El ministro de Energía, Juan José Aranguren es el encargado de llevar vínculos con las empresas del sector energético en el cual se encuadran las petroleras, y a la vez posee 16 millones de pesos en acciones de Shell, empresa que ganó siete licitaciones desde que está en el cargo, sin embargo, asegura que no hay un conflicto de intereses.“Las medidas vinculadas a la empresa caen en sus subalternos», justifican desde su entorno.
«La única restricción que impone la ley es que el ministro no puede tomar decisiones particulares sobre Shell, dado que esa empresa fue su anterior empleador», aseguraron al diario La nación, desde el entorno del Ministro.
El artículo 15 de la ley de ética Pública establece que los funcionarios deben «abstenerse de tomar intervención, durante su gestión, en cuestiones particularmente relacionadas con las personas o asuntos a los cuales estuvo vinculado en los últimos tres años o en los que tenga participación societaria».
En estos meses, Aranguren no firmó ninguna resolución que involucre a la empresa, y delegó esta facultad en el subsecretario de Recursos Hidrocarburíferos José Luis Sureda y el subsecretario de Coordinación Administrativa, Sebastián Scheimberg.