Gracias a una ley que aprobó la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, los frentistas y consorcios tendrán la responsabilidad de mantener en condiciones la vereda en la que se encuentra su vivienda y, en caso de no hacerlo, podrán ser multados. Sólo quedan eximidos de compromiso en caso de que existan roturas provocadas por una firma de servicios públicos.
«El titular de un inmueble que no construyere, reparare o mantuviere en buen estado de conservación las cercas y veredas reglamentarias de los inmuebles es sancionado con multa de doscientas (200) a cinco mil quinientas (5.500) Unidades Fijas (UF). Cuando se tratare de un inmueble afectado al régimen de propiedad horizontal, la multa se aplica al consorcio de propietarios», señala el texto de la normativa.
Según expresaron fuentes oficiales, el objetivo de la nueva normativa es mejorar el mal estado de las veredas que afecta a más del 50% de los 305.000 frentes con que cuenta la Ciudad, con daños que van desde hundimientos y baldosas flojas hasta huecos cubiertos de tierra. Las multas son onerosas: van desde los 2 mil hasta los 55 mil pesos.
Para el legislador del bloque de Suma + Marcelo Gousman, «no acompañamos la iniciativa que establecía responsabilidades para los frentistas porque transfiere sin atenuante más que el acceso a un crédito, la responsabilidad y el costo absoluto al frentista». En ese sentido opinó Marcelo Ramal, del Frente de Izquierda: «Obligar al vecino es una doble imposición, un doble impuesto».
