En el marco de las negociaciones que los gobernadores están llevando adelanto con el Ejecutivo Nacional, los caciques provinciales buscan conformar un bloque propio de diputados que sumados al que coordinará Miguel Ángel Pichetto en el Senado, les permita, especulan, negociar directamente con Mauricio Macri los acuerdo de gobernabilidad y la aprobación de de los principales proyectos e el Congreso Nacional.
No obstante, las gestiones iniciadas por cuatro de los gobernadores derrotados en octubre, Juan Manuel Urtubey, Roxana Bertone, Gustavo Bordet y Juan Schiaretti; a quienes se sumó uno de los que ganó en su provincia, Hugo Passalacqua; encontraron su primer escollo: Sergio Massa.
El tigrense, quien salió divulgar sus vínculos con los gobernadores y aseguró que “lo veían como un referente nacional del PJ”, se sintió marginado y al no encontrar espacio, quitaría a parte de sus diputados (los que le responden) de la cruzada de los caciques del interior. Massa, quien abandona la Cámara en días, instruyó a la jefa del bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño, para que intente retener a los diputados leales y conformar un espacio propio.
Allí se anotan cerca de 12 diputados entre quienes se destacan Marco Lavagna, Cecilia Moreau, Facundo Moyano y Mirta Tundis; mientras que el trinomio peronista liderado por Felipe Sola, Raúl Pérez y Carlos Selva está más cerca de sumarse al nuevo bloque de los gobernadores; al que también se sumará Eduardo “Bali” Buca”, intendente de Bolivar y único diputado que ingresó por la lista de Florencio Randazzo.
A su vez, ese espacio, busca confluir con el del bloque Justicialista, que tiene como principal referente a Diego Bossio, algo similar a lo que ya ocurre con los misioneros con Maurice Closs a la cabeza. La idea de los jefes provinciales es que el acuerdo tenga la figura de interbloque, para que sea más fácil contener a los actuales bloques y así alcanzar el número mágico que permitiría darle quórum al oficilismo.
No obstante, ante el escenario de incertidumbre, Juan Schiaretti y José Manuel de la Sota pusieron en duda su rol en ese interbloque, mientras que el kircherismo seguirá siendo la segunda minoría con cerca de 65 diputados, cuyo bloque será presidido por Agustin Rossi, y secundado por Axel Kicillof.