El presidente Michel Temer ordenó este viernes que las fuerzas armadas estén a cargo de la lucha contra el crimen organizado en el violento estado de Rio de Janeiro, para evitar que esa «metástasis» se siga propagando por todo Brasil.
La intervención federal en el área de seguridad de Rio es una medida inédita desde la restauración de la democracia en 1985 pero que, según Temer, se justifica por el descontrol imperante en el segundo estado más rico de la mayor economía latinoamericana.
«El crimen organizado casi tomó el control» de Rio y se ha convertido en «una metástasis que se propaga por el país y amenaza la tranquilidad de nuestro pueblo», advirtió el mandatario tras firmar en Brasilia el decreto.
La medida, que regirá hasta fines de diciembre, cuando concluya su presidencia, establece que las fuerzas armadas asuman el control total de las operaciones de seguridad y comanden a los distintos cuerpos policiales y el sistema carcelario.
Vale destacar que la grave situación de violencia en Brasil se vio agravada en Rio por la virtual bancarrota del estado, que paga con meses de atraso los salarios de sus funcionarios, policías incluidos.