Cambio de estrategia: el Ejecutivo no bloqueará el tratamiento del aborto legal en el Congreso

Luego del masivo “pañuelazo” de este martes frente al Congreso Nacional en reclamo de la aprobación del proyecto de ley que exige el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, y a pocos días del paro de mujeres del 8 de marzo, que tomará también el tema como consigna central, el Gobierno nacional revisó su oposición intransigente a que el tema se debate en el Congreso Nacional. El propio presidente Mauricio Macri afirmó que el Ejecutivo no intervendrá para bloquear el debate y además confirmó que se le dará a los legisladores oficialistas “libertad de conciencia” para pronunciarse sobre el tema.

Pese a que algunos elementos ya habían sido adelantado por el propio Marcos Peña, la decisión oficial terminó de cobrar forma en la primera reunión de coordinación de la agenda parlamentaria para el año que tuvo lugar este jueves en la Casa Rosada, de la que participaron el Jefe de Gabinete y los principales referentes legislativos de Cambiemos en ambas Cámaras. Estuvieron también los vicejefes de Gabinete Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los secretarios de Relaciones Parlamentarias Lucía Aboud y de Fortalecimiento Institucional Fernando Sánchez, el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, el jefe del interbloque Cambiemos en Diputados Mario Negri, el del Senado Luis Naidenoff, el presidente del bloque de la UCR en el Senado Angel Rozas, del PRO en el Senado Humberto Schiavoni, eldel PRO en Diputados Nicolás Massot y los diputados Silvia Lospennato (PRO) y Juan Manuel López (CC).

La no oposición del Poder Ejecutivo al tratamiento implica la posibilidad de que por primera vez se debata el proyecto presentado por la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que ya cobró estado parlamentario en siete ocasiones previas sin nunca llegar al debate en el Congreso. El proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (hasta la semana 14 de gestación) se presentaría el 6 de marzo en la Cámara baja. Por la composición y tradición de las Cámaras, se estima que el proyecto podría avanzar en Diputados, pero se ve más difícil su avance en el Senado, por la posición históricamente más conservadora de los representantes provinciales.

El kirchnerismo intentaría lograr quórum para una sesión especial el próximo 8 de marzo, día internacional de la Mujer. La diputada Mayra Mendoza, una de las más comprometidas con el proyecto, adelantó: «Vamos a pedir una sesión especial para el 8M». Y añadió: «Hay que ver qué busca el Gobierno al decir que va a permitir el debate. El debate ya está instalado. Monzó tiene que escuchar lo que está sucediendo en la calle». Más allá de las intenciones de la oposición y de la «libertad de conciencia» dada por el gobierno a los legisladores de Cambiemos, lo más probable es que no contribuyan a dar el quórum para la sesión especial.

El cambio de estrategia oficial posiblemente haya tomado nota de la masividad de las últimas concentraciones feministas y de la masividad que ha alcanzado el tema en los últimos meses, llegando incluso al prime time televisivo por primera vez en la historia. Algunos de los referentes del oficialismo en diversos momentos han manifestado su oposición, entre ellos el propio presidente Macri, la vicepresidenta Gabriela Michetti y ministros como Rogelio Frigerio. Pero en la reunión del bloque de diputados del PRO las posiciones estuvieron divididas. Algún sector del radicalismo también sería favorable al tratamiento (de hecho, una bandera de la Juventud Radical fue la única referencia oficialista presente en el pañuelazo).

Más allá de un clima social favorable como nunca al debate, que podría empujar la decisión oficial de pasar a la historia como la administración que habilitó abiertamente el debate del tema (diferenciándose así también del kirchnerismo, en el que las numerosas voces favorables por abajo chocaron siempre con la intransigencia de Cristina), también podrían jugar algunas evaluaciones pragmáticas “duranbarbistas” (el asesor ecuatoriano ya se manifestó a favor de la libertad de elección sobre el aborto) e incluso la intención de obligar a la ex presidenta a pronunciarse públicamente sobre el tema. El diputado Máximo Kirchner participó de la marcha, pero Cristina -si bien ha hecho declaraciones autocríticas en cuanto a su “antifeminismo”, agradeciendo los debates que le hizo conocer su hija Florencia- todavía mantiene silencio sobre este punto y una oposición pública en el Senado podría desencantar a un sector de su base electoral feminista.

La estrategia de Cambiemos será incluir el tema del aborto en un debate más amplio, que incluya problemáticas como la gestación subrogada (alquiler de vientres), las adopciones, las licencias por hijo o la asistencia económica para los embarazos. El PRO se propone debatir previamente el tema en profundidad en el interbloque para evitar sorpresas como la ocurrida cuando se aprobó la paridad de género, con legisladoras oficialistas apoyando inesperadamente el proyecto y descolocando a sus pares varones.

Seguramente el tema también se hará presente en el recinto cuando el Jefe de Gabinete presente sus tradicionales informes de gestión (entre el 6 y el 8 de marzo) y aparezcan las inevitables preguntas respecto de la posición oficial sobre el aborto.

Scroll al inicio