Este jueves productores rurales, campesinos y agricultores familiares movilizaron al Ministerio de Agroindustria para exigir que no se elimine el Monotributo Social Agropecuario (MSA) y reclamando políticas específicas de ayuda al sector.
El pasado 17 de julio, ya pequeños productores agrícolas convocaron a un “verdurazo” frente a La Rural para protestar contra la decisión del Ministerio de Agroindustria de Luis Miguel Etchevehere de eliminar el Monotributo Social Agropecuario, que beneficiaba a más de 50.000 familias de bajos recursos.
Hoy numerosas organizaciones del campo, entre las que se contaban representantes de la Federación Agraria Argentina (FAA), la Unión Trabajadores de la Tierra (UTT), el Frente Nacional Campesino y Agrupación Grito de Alcorta, denunciaron la crítica situación productiva y financiera del sector: “Alertamos sobre las dramáticas consecuencias que las políticas del Gobierno nacional, políticas que no garantizan las condiciones mínimas para seguir produciendo. Nuestro sector se extingue y junto a nosotros, se empobrecen los pueblos del interior y se apagan los territorios rurales; la tierra y la producción se extranjerizan y concentran y los consumidores pagarán alimentos cada vez más caros”.
Las organizaciones campesinas reclamaron una inmediata audiencia con Etchevehere, pidieron la continuidad del Monotributo Social Agropecuario y la “urgente implementación de medidas” para ayudar al sector, tales como la aplicación de “tarifas diferenciadas para la electricidad y gas oil; créditos blandos a tasa subsidiada; subsidios a los insumos utilizados en la producción; implementación plena de la Ley de Emergencia Social”.
Los pequeños chacareros exigieron que el Estado “garantice el derecho al uso propio y el orden público en el régimen de semillas” y la inmediata reglamentación de la ley de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar aprobada en diciembre de 2014, incorporando los aportes de las organizaciones de la agricultura familiar campesina e indígena. En el extenso petitorio presentado a las autoridades de Agroindustria también se incluye el reclamo de un aumento del presupuesto para la Secretaría de Agricultura Familiar y la reincorporación de los trabajadores despedidos del Ministerio y el Senasa.
Omar Príncipe, presidente de FAA, resumió la crítica situación de los pequeños productores agrarios: “Nos fundimos y el argentino cada vez paga más caro los alimentos”.
