Este martes el gobierno oficializó la reforma de las Fuerzas Armadas con la publicación del decreto 703/2018 en el Boletín Oficial, permitiendo que vuelvan a actuar en cuestiones vinculadas con la seguridad interior.
La primera consecuencia práctica de la decisión oficial sería el traslado de unos 300 militares a la frontera norte del país, específicamente a la provincia de Formosa, para sumarlos a las fuerzas de seguridad que hasta el momento actúan en la zona. Unos días después se destinarán otros 200 efectivos al mismo destino. El objetivo del Ministerio de Defensa es lograr el traslado de cerca de 4000 militares a la frontera del norte del país antes de fin de año. En esta primera etapa también se trasladarían 40 pilotos y mecánicos de la Fuerza Aérea y 8 helicópteros.
En el proyecto oficial de “modernizar las Fuerzas Armadas”, además de la colaboración con otras fuerzas de seguridad en zonas de fronera, se prevé la posibilidad de que sean asignadas al cuidado de algunos “objetivos estratégicos” definidos por el gobierno nacional. Hasta el momento sólo hubo especulaciones al respecto, pero, según informa Clarín basándose en una “alta fuente oficial”, el primer paso en este sentido será la asignación de custodia de los 22 radares que están bajo el sistema Invap en todo el país.
Luego el diario comparte un listado con los otros objetivos estratégicos, vinculados al área energética, cuya vigilancia prevé encargarse a las FFAA: Alicurá (hidroeléctrica), las centrales nucleares Atucha y Atucha II; la central termoeléctrica de la costa; El Chocón (hidroeléctrica), Embalse (central nuclear); la termoeléctrica de Luján de Cuyo; las hidroeléctricas Pichi PL, Piedra del Águila, Planicie Banderita, Río Turbio, Salto Grande (que tiene custodia argentina y uruguaya), más la binacional Yacyretá.
