En un depósito, la Sigen, en el marco de una auditoría, encontró 100 mil netbooks que el gobierno de Macri no repartió y que deberían haber llegado a escuelas públicas, a las manos de maestros y alumnos. También encontraron tres mil tablets y dos mil proyectores abandonados.
Desde el organismo de control que conduce Carlos Moreno indicaron que el material fue adquirido entre 2016 y 2017 por la empresa Educar SE y debía haber sido distribuido en el marco de los programas Escuelas del Futuro, Aprender Conectados (ex Conectar Igualdad), Aulas Digitales y Primaria Digital. Hoy, se encuentra en una dependencia del Correo Argentino.
Lamentablemente todo el material está en estado obsoleto, agregó la Sigen al tiempo que estableció que «funcionaban, pero es tecnología del 2016. Obsoleta. Por más que después les busques un destino digno, las máquinas no llegaron a cumplir en tiempo y forma el objetivo que hoy tendrían que cumplir».
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Esto, para el síndico de la Nación, «resulta absolutamente inadmisible que la gestión anterior del Ministerio de Educación haya abandonado el avance de estos programas con tanto impacto social, vitales en la formación de nuestros jóvenes”. “Esto no se trata sólo de ajuste, sino que esto consiste concreta y nítidamente en un desprecio profundo por la educación pública», añadió el funcionario.
El anterior ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, respondió sobre el tema. En primer lugar, aclaró que la Sigen «simplemente» verificó «la existencia de material tecnológico en el depósito de la empresa encargada de la logística. Esas computadoras, de ningún modo obsoletas, son parte del equipamiento de Aprender Conectados que, junto a otros dispositivos adquiridos en distintos tiempos y órdenes de compra, como kits de robótica y programación, esperaba ser distribuido».
Y confesó que no pudo ser repartido: «En 2019 alcanzamos a entregar más del 60 por ciento (del material). El remanente, de acuerdo al cronograma, debía llegar a las escuelas este año», justificó.
