Alfonsín embajador en España: «En una Embajada no se representa a un partido, se representa a un país»

El exdiputado Ricardo Alfonsín fue nombrado por el presidente Alberto Fernández embajador de España, nombramiento que generó una amplia repercusión, a favor y en contra. «No me sorprendió la propuesta, Alberto ya me lo había ofrecido en noviembre, con mucho afecto, con una gran amplitud, con la posibilidad de hacer acuerdos y cerrar la grieta. Hablamos de la importancia de España y me pidió que me hiciera cargo de la embajada», comentó el dirigente en diálogo con Radio Cooperativa AM 770.

Alfonsín sostuvo que «el presidente fue muy generoso. Creo que mi partido con esto podría tener relaciones más amables con todas las fuerzas políticas, para hacer posible el diálogo. En la conversación con el Presidente coincidíamos, hablamos mucho de esto, de relacionarnos con el mundo. Yo en ese momento le dije que no, que podía ser útil desde otro lugar. Hasta que el lunes me llamó desde Alemania y me dijo ‘Necesito que me des una mano'».

El exlegislador además se refirió a las críticas de varios correligionarios, quienes pidieron su expulsión del espacio: «Yo tampoco vi con buenos ojos ciertas cosas del partido, nunca critiqué a nadie solo me opuse a ciertas ideas. Yo siempre he sido radical, y he sido de los más radicales en este tiempo. No pienso leer las declaraciones de Negri».

El jefe del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio, Mario Negri, había manifestado ante la designación de Alfonsín: «Tengo una estima personal por él, pero si me hubiese preguntado, le hubiese dicho que no fuera». Asimismo aclaró: «El radicalismo es parte de Juntos por el Cambio. Su decisión es absolutamente personal».

Sin embargo, Alfonsín reveló que sí realizó consultas en su espacio antes de aceptar su cargo diplomático, contradiciendo a Negri e incluso poniendo en duda su liderazgo dentro de Juntos por el Cambio: «Llamé a los principales dirigentes del partido, consulté, hablé con Gerardo Morales y él me dice que sí, que asuma. Después me llamó Lousteau, dispuesto a ayudarme, ofreciéndome contactos, el gobernador de Mendoza, Fredy Storani, Carla Carrizo». Y concluyó: «En una Embajada no se representa a un partido, se representa a un país. Mi padre designó embajadores peronistas como Taiana por ejemplo».

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