La vicepresidenta Cristina Kirchner presentó su libro “Sinceramente” en Cuba, en el marco de la 29° Feria Internacional del Libro de La Habana, ciudad a la que volvió a viajar para acompañar a su hija Florencia, que se encuentra en tratamiento médico en la isla.
La presentación del libro que fue clave en la campaña electoral que llevó a la presidencia al Frente de Todos se realizó en la sala Nicolás Guillén, que estaba colmada de público. Como fue habitual en sus presentaciones en Argentina, la vicepresidenta subió al escenario acompañada por el escritor y periodista Marcelo Figueras.
En su intervención, Cristina recordó que su gobierno hacía cancelado toda deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y enfatizó el problema que constituye el inmenso endeudamiento con el que el gobierno de Mauricio Macri dejó a la Argentina: “Nunca se había debido una suma de esta magnitud. Eso no fue casual; claramente hay un ciclo de endeudamiento fenomenal mucho más grave que en 2003”. “De la misma manera que Alfonsín entendió que había una deuda con la democracia en materia de derechos humanos, tiene que haber un ‘Nunca más’ sobre la deuda”, enfatizó.
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Acudieron a la presentación, entre otras personalidades cubanas, el presidente Miguel Díaz Canel Bermúdez, el poeta y ministro de Cultura Alpidio Alonso Grau, el narrador y presidente de Casa de las Américas Abel Prieto y la directora del Centro Nacional de Educación Sexual Mariela Castro, entre otros referentes de la política, el arte y la cultura. Por el lado argentino, además del embajador de nuestro país en la isla Javier Figuerora, participaron el titular del Grupo Octubre Víctor Santamaría, la diputada Gisela Marziotta, el director de Página 12 Hugo Soriani y el sociólogo Atilio Borón.
Cristina también insistió con sus críticas al “lawfare” llevado adelante por la gestión anterior como estrategia para perseguir a los líderes populares en América latina por medio de un entramado entre la Justicia, los servicios de inteligencia y los medios de comunicación hegemónicos. Al respecto añadió: “En Argentina el lawfare tuvo además un componente mafioso porque extendió el ataque a toda la familia. En mi caso, se tradujo en la persecución a Florencia, tal vez por verla vulnerable, tal vez porque advirtieron que era un lugar especial para mí, donde podían horadarme”. Al respecto, la vicepresidenta agradeció a las autoridades y a los médicos cubanos que recibieron y atendieron a su hija.
En relación con la deuda, la presidenta del Senado consideró que el momento actual debe ser un punto de inflexión: “El no haber investigado es lo que permitió volver a hacer lo mismo con los mismos personajes. Sturzenegger estuvo en el megacanje, vino por segunda vez como presidente del Banco Central y volvió a hacer lo mismo. Hoy está dando clases en una universidad americana, mientras los argentinos nos debatimos en una situación económica y social terrible”. También criticó a los organismos como el FMI por haber “violado su normativa interna”, otorgando créditos que permitieron la fuga de capitales.
“Las soluciones tienen que ser expuestas ante la sociedad porque es la sociedad la que va a pagar; son los 45 millones de argentinas y argentinos. Todos tenemos que estar de acuerdo en que se apliquen las normas, pero el deudor va respetar las normas si el acreedor también las respeta”, explicó. Y añadió: “Lo importante es que ahora podamos tener un diagnóstico de lo que pasó. No podemos pagar si no nos dejan crecer y no podemos crecer si el Estado no inyecta fondos a la economía. En una recesión el único que puede invertir es el Estado”.
También cuestionó la política de fuerte incremento de las tarifas, que contribuyó a la fuga de dinero por parte de las empresas, y afirmó que “las tarifas públicas tienen que ser revisadas”. En este aspecto, manifestó su confianza en que el presidente Alberto Fernández avanzará con una revisión del esquema tarifario, tal lo prometido en campaña: “Contamos con todos los instrumentos para hacerla. Estoy convencida de que se va a hacer. Lo he hablado con Alberto y lo va a hacer porque tiene ese compromiso con la sociedad. No tengo dudas”.
En un momento de su intervención, Cristina se refirió al gesto que hizo durante la asunción de Fernández, cuando el ex presidente Mauricio Macri le dio la mano ante la Asamblea legislativa: “Por un instante pensé en no darle la mano. No se la quería dar porque no soy hipócrita. Después de todo lo que había hecho contra mí y mi familia me parecía un gesto de hipocresía. No me gusta fingir nada, mis sentimiento son mis sentimientos. Entonces cuando me extendió la mano pensé ‘no se la doy’. Pero se la di. Y mientras lo pensaba, la cara se me iba transformando. Ese fue el resultado de la cara”.
Finalmente, Cristina analizó el problema de “la grieta”: “En mi país hay muchos admiradores de lo que pasa en Estados Unidos, que quisieran vivir ahí y lo ponen como modelo de lo que hay que hacer. Ustedes vieron que en el discurso de Trump, estaba Nancy Pelosi de los demócratas y Trump no solo no le da mano, le dio vuelta el cuerpo, y después Nancy Pelosi le rompió el discurso. ¿Ustedes se imaginan eso en la Argentina? ¿Escucharon algún comentario acerca de la grieta en Estados Unidos? Se dan cuenta lo tilingos que somos los argentinos al adoptar comportamientos que te imponen un modo de pensamiento. A nosotros nos hubieran excomulgado. Es hora de dejar de ser un poco tilingos. Si hay grieta en Argentina, no sé que hay en Estados Unidos entre demócratas y republicanos”.