El más reciente informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) confirma que el 40,8% de la población permanece debajo de la línea de pobreza, que un 33,5% vive en zonas sin agua potable o red cloacal y que un 32,2% de los argentinos sufre de inseguridad alimentaria y tiene dificultad para el acceso a los medicamentos.
Según el estudio, durante 2019 se registraron agravantes en lo que hace a la pérdida de derechos y la profundización de las dificultades para los sectores más vulnerables de la población. Agustín Salvia, director del Observatorio, explicó: “Si bien se pudo visualizar una leve mejora en el acceso de la gente a algunos servicios y vivienda digna, hay datos de elevados niveles de pobreza por ingreso o inseguridad alimentaria que hablan de una Argentina que sigue fragmentada”.
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Durante el último año de gestión de Cambiemos, la inseguridad alimentaria (reducción involuntaria de las porciones de comida o la percepción frecuente de experiencias de hambre) pasó del 28,2% al 32,2%. Esta cifra tiene un correlato con las dificultades de acceso a la atención médica y a los medicamentos, que alcanza los guarismos más altos de los últimos diez años en nuestro país. También se registró un fuerte aumento de la pobreza por ingresos, que pasó del 33,6% en 2018 al 40,8% en 2019, número también récord en la última década.
El estudio de la UCA, realizado sobre 5.760 hogares a nivel nacional, mide no sólo los ingresos sino también dimensiones como alimentación y salud, servicios básicos, vivienda digna, medio ambiente, accesos educativos y empleo y seguridad social. En cuanto al empleo, se registró un crecimiento del trabajo no registrado, que pasó del 31,3% al 33% en 2019, alcanzando niveles de 2010.
