De una superficie de 8790 hectáreas, San Tonino S.A. es una sociedad radicada en CABA que, en el año 2011, compró un campo en la localidad de San Carlos, departamento de Pareditas, provincia de Mendoza. A la cabeza de este sueño, Ángelo Calcaterra apostó por un terreno que contaba con un puesto, un molino, un alambrado perimetral en buen estado y un acceso a la ruta, pero sin luz eléctrica ni agua para riego.
Pero, según dice el refrán, “Gaviota que ve lejos, vuela alto”, dice Calcaterra y, por eso, pensó en este terreno en su potencialidad, para la producción de papa, de calidad industrial, bajo riego por pivot. San Tonino sería una zona de desarrollo para este alimento y la decisión estratégica de su CEO de avanzar con ello contó con la llegada, en el año 2018, de Simplot, empresa dedicada a las papas fritas congeladas, destacada por un sello de innovación tecnológica, a la provincia de Mendoza.
Fue entonces cuando Ángelo, a la vanguardia de San Tonino S.A. empezó a dar los primeros pasos en la senda de concretar el proyecto que originó la compra. Sin embargo, un problema no menor se presentaba: el primer gran desafío para el empresario mencionado era saber si el campo contaba con agua subterránea para poder regar. Los geólogos consultados, así como los libros de Mendoza confirmaban que la producción se vería limitada en los campos de la provincia que no cuentan con agua subterránea para riego, como es el caso de San Tonino S.A.
De este modo, Ángelo cuenta que decidió no bajar los brazos e inició estudios hidrogeológicos, llevados a cabo por profesionales para recopilar datos del campo, de la zona, interpretarlos y analizarlos. Los resultados no podían asegurar la presencia de agua en los suelos, pero tampoco que no la había. Por ello, el siguiente desafío fue el de pasar de la etapa teórica a la práctica, la cual consistía en definir un punto del terreno para perforarlo y ver, fehacientemente, qué resultados concretos se lograban. Así comenzó la Gran Campaña de San Tonino, de la mano de Ángelo Calcaterra.