Fortalecido por el acuerdo con los acreedores privados, el Gobierno apostará a sancionar el impuesto a la riqueza, una iniciativa de la que trascendió poco y que fue impulsada por Máximo Kirchner y Carlos Heller.
Alberto Fernández por lo pronto ya dio el visto bueno, incluso se reunió por este tema en Olivos con Máximo y Heller, y hace 15 días precisó que más que un tributo será «un aporte excepcional» por única vez. También lo aprobó públicamente el ministro de Economía, Martín Guzmán: «Los que tienen la mayor posibilidad de contribuir es razonable que lo hagan»
Fuentes oficiales dejaron trascender que el proyecto «será presentada en breve» y que alcanzaría a 12 mil personas. También, que los votos en Diputados son 119 aunque se deberían pulir pequeñas diferencias, con tal de aumentar las voluntades a favor aunque se descuenta que el bloque de Juntos por el Cambio lo rechace.
En ese sentido,la bancada del Frente de Todos tiene la mirada puesta en enhebrar acuerdos con los dos interbloques provinciales, la izquierda -que tiene dos integrantes y ya presentó un proyecto sobre el impuesto a la riqueza-, y la diputada del Movimiento Popular Neuquino Alma Sapag.
Y será clave la respuesta que ofrezca el interbloque Federal para el Desarrollo -integrado por ex macristas y bloques provinciales- y el interbloque Federal -conformado por el lavagnista Consenso Federal, cordobeses y peronistas-, que cuenta con 19 miembros.
Por otro lado, según consigna Letra P, el FdT deberá sortear el lobby que puedan ejercer las corporaciones para que el impuesto fracase pero, aseveran un referente del bloque, que tras el entendimiento con los acreedores estas firmas tendrán un repunte en la bolsa de acciones, lo que les permitirá afrontar el tributo sin problemas.
