Hernán Reyes, el legislador porteño de la alianza oficialista e integrante de la Coalición Cívica, habló de las políticas que implementa la Ciudad, analizó el panorama electoral y apuntó que la meta del espacio que lidera Elisa Carrió es renovar todos sus escaños en las próximas elecciones legislativas.
Ante Informe Político, valoró el liderazgo de Horacio Rodríguez Larreta y, en línea con el discurso del alcalde, dijo que no es momento para la grieta. «Porque en definitiva la grieta es funcional al kirchnerismo», aseveró.
-¿Cómo empieza el año parlamentario?
-Muy bien, con mucho trabajo. Voy a trabajar fuerte en lo que es la economía circular, la economía del conocimiento. Son dos ejes que la Ciudad tienen que encarar con decisión, también a la expectativa de la ley de obra pública en la Ciudad, que es un proyecto que se votó hace 2 años y entra en vigencia. Trabajamos mucho con mi autoría y desde la Coalición Cívica. Y por supuesto, atendiendo a las necesidades urgentes que tiene la Ciudad, que es la educación, con la vuelta a clases, la vacunación del personal de salud, nuestros mayores, en principio, y ayudar a volver a poner a la Ciudad al cien por cien, que es lo que todos deseamos.
-¿Qué podés decir de la denuncia sobre el plan de privatización de vacunas?
-No es privatización, privatización es lo que hizo el Gobierno nacional, que se las llevó. Privatizar es quitar del sistema pública para dárselo a un privado en función del precio que paga o del amigo que tiene, eso es lo que hizo el Gobierno. Nosotros lo único que hicimos, dentro del plan público de vacunación, poner sectores alternativos a los centros de vacunación. Pero el plan es público, las vacunas son públicas, la población objeto que las recibe es determinada por el estado. Me parece que esa denuncia y ese discurso es un intento de tapar el sol con la mano, para no hacerse cargo del desastre y del daño que le provocaron a la ciudadanía, a las instituciones, a la política, a la democracia. Hicieron la privatización más rudimentaria del mundo que es robarse las vacunas.
-¿Cómo están funcionando los centros de vacunación?
-Muy bien, estuvimos en La Rural que está liderando Victoria Roldán Méndez, Diego García Vilas. Lo vi espectacular, en el sentido de la profesionalidad y el compromiso que hay, el orden y el afecto que hay entre todos los que están al frente del centro, para atender a los abuelos.
-Se vence el mandato de tu banca a fin de año ¿Tu intención es renovarla?
-Depende del partido, yo tengo ganas de seguir y el objetivo de la Coalición Cívica es renovar todas sus bancas, en Nación, en Legislatura, tenemos mucho para aportar. Tengo ganas pero no depende de mí.
-En ese sentido ¿Están avanzando las conversaciones para el armado de las listas?
-Te soy sincero, uno debate y proyecta política pero estamos en medio de un lío muy grande y la energía está puesta en la Ciudad, en administrar la escasez, por la falta de coparticipación, por la amenaza constante de quita de fondos. Y en Nación, para ponerle un freno al Gobierno en esta avanzada contra la Justicia y el sistema republicano. Definitivamente, se han desbocado y están sin freno. Hoy todo Juntos por el Cambio está tramitando estas urgencias, ya vendrán tiempos más calmos para definir esas cuestiones.
-Hay una división en Juntos por el Cambio entre duros y moderado, entre aquellos que quieren ampliar la coalición y los que no ¿Qué mirada tenés y cómo se para la Coalición Cívica en ese debate?
-Es interesante, vos fijate que más dura con el kirchnerismo que lilita no hay. No hubo una dirigenta con tanta claridad sobre el objetivo del kirchnerismo, cuál era su modelo de poder, su desprecio por la ley, su matriz corrupta… y sin embargo ella llama a no irse a los extremos en términos de no montarse a una propuesta dialéctica violenta que el kirchnerismo ofrece. Yo te diría que no es momento para las pasiones, es momento para las inteligencias. Para ser inteligente hay que ser determinante con el kirchnerismo, convencer a la sociedad que hay otra argentina posible y al mismo tiempo evitar montarnos sobre esa dialéctica violenta, antagónica, de fractura, de la grieta que proponen los K. Porque en definitiva la grieta es funcional al kirchnerismo. Uno puede enfrentar al kirchnerismo siendo halcón, paloma, gritando o susurrando. Y para no ser funcionales a ellos en este momento hay que tener inteligencia, templanza, determinación y capacidad de escuchar a la sociedad, que la está pasando realmente mal y quiere que alguien le de una expectativa a futuro.
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-¿Larreta puede sintonizar con esa sociedad que quiere una perspectiva distinta a futuro?
-Yo te pregunto ¿Qué hubiera pasado si la gestión de la Ciudad no hubiese sido tan ordenada, tan eficiente, como lo fue en esta pandemia? ¿Cuál hubiese sido la reacción de Juntos por el Cambios si esta gestión no hubiera sido gobernada como fue gobernada en medio de tanta dificultad? Todos deberíamos haber estado sosteniendo a Horacio. Y creo que la fortaleza de él es poder, en su rol, gestionar de la manera en que lo está haciendo, con todo el equipo, con mucho compromiso y verdad. Nosotros vivimos meses muy duros y políticamente todo se fue deteriorando. ¿Eso alcanza? No, pero hay que esperar los tiempos. Nosotros tenemos la gestión en la Ciudad y hay un kirchnerismo que nos arremete permanentemente, con coparticipación, con mala distribución de vacunas, con la amenaza de Moyano y los contratos, con amenazas de quita de terrenos que nos pertenece… en definitiva, para JxC y para la sociedad que no se siente identificada con el kirchenerismo, que nosotros hagamos una buena gestión en la Ciudad es imprescindible y creo que lo estamos haciendo.
-¿Qué te pareció el discurso de Larreta el pasado lunes?
-Me pareció un buen discurso, de rendición de cuenta, detallado de todo lo que se hizo en medio de la pandemia. También marcando los ejes del futuro, fue un discurso de un Jefe de Gobierno comprometido en el día a día y la vida de los vecinos. Y que puso en contrapunto el discurso de Alberto Fernández, donde en definitiva entregó el bastón de mando a Cristina. Ahora la velocidad de la táctica la maneja Cristina Kirchner, la debilidad del Presidente es evidente. Es triste para la democracia argentina.