En un acuerdo con los principales sindicatos, el Gobierno retoma las políticas de vivienda

El presidente Alberto Fernández afirmó esta mañana: «Tener un techo es un derecho humano y tenemos que preservarlo y garantizarlo». «Ese plan cuesta 10 mil millones de dólares en términos actuales, que es la cuarta parte de la deuda que otros tomaron con el FMI», referenció el mandatario el acto de firma de un convenio con la CGT y la CTA para asignar 1.200 viviendas del programa Procrear II – Cogestión local.

Con esta iniciativa, detalló que buscan «cuando el 2023 llegue, podamos cumplir el objetivo de construir casas para 260 mil familias en todo el país». «Cuando me apuran para renegociar con el Fondo yo les dijo que mi urgencia son los que no tienen casa, los que no tienen techo, los que no tienen trabajo, son los que han caído en el pozo de la pobreza, esa es mi mayor urgencia», remarcó.

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En tanto, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, afirmó que «entre el Estado y los gremios, vamos a articular esta política” para “empezar a dar vuelta la página con respecto al tema de vivienda para los trabajadores». En la misma línea, agregó: “Vinimos a poner la política de vivienda como política de Estado que en el tiempo se consolide y que cada trabajador tenga derecho a tenerla”.

Con esta iniciativa el gobierno de Alberto Fernández apunta a «facilitar el acceso a la casa propia y promover la participación de los sindicatos en su asignación». Durante la actividad, el Presidente, el ministro Ferraresi y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, entregaron las llaves de casas a familias adjudicatarias del programa Casa Propia-Construir Futuro de manera simbólica en representación de 288 viviendas que se encuentran en la localidad de Ciudad Evita, y que demandaron una inversión de 420 millones de pesos.

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