Los femicidios en Argentina no paran: en lo que va de 2021, una mujer fue asesinada por su condición de género cada 32 horas. Las medidas dispuestas por el gobierno y el trabajo de diferentes organizaciones no alcanzan, las mujeres en situación de violencia siguen quedando desamparadas antes y después de denunciar.
Marcelina, Sabrina, María, Rosa y Marta son los nombres de las mujeres que sabemos asesinadas en lo que va del mes de septiembre. La situación se repite: una mujer es violentada por su pareja durante años, intenta dejarlo o denunciarlo, el Estado no la protege y el violento la mata.
La pandemia es una caja de resonancia que agudiza situaciones históricas de desigualdad. En este escenario las mujeres que sufren violencia intrafamiliar, especialmente aquellas que debieron y deben transitar el aislamiento obligatorio junto a su agresor, corren el riesgo de convertirse en las víctimas ocultas de la pandemia porque se dificultan sus posibilidades de denunciar así como el acceso a sus redes de contención.
Según el «Observatorio Lucia Pérez» de violencia patriarcal, creado por el medio La Vaca, en lo que va del 2021 se cometieron 204 femicidios. Además, se supo que 171 niños y niñas quedaron huérfanos tras la muerte de su madre y en muchos casos el propio padre fue el femicida.
Según el «Observatorio Mumalá», desde el 1º de enero al 30 de agosto de este año se cometieron 142 femicidios. El 62% ocurrieron dentro de la vivienda de la víctima o compartida, a su vez la edad promedio de las víctimas es de 39 años. Por su parte, las provincias que presentan mayor tasa de femicidios son Santiago del Estero, Formosa, Neuquén, Tucumán, La Rioja, Salta y Chaco; todas ellas, superan ampliamente la tasa nacional de femicidios.
En América Latina, en promedio 1 de cada 3 mujeres ha padecido violencia física o sexual en una relación íntima a lo largo de su vida. Además, de los 25 países con los números más elevados de femicidios, 14 están en nuestra región donde nueve mujeres son asesinadas cada día. Una de las principales estrategias de control de los perpetradores de violencia doméstica es la de aislar a la víctima, es por eso que las mujeres nos encontramos resistiendo a dos pandemias letales: el Covid-19 y el machismo.
Femicidios: 142 mujeres fueron asesinadas por razones de género en lo que va del año
LA OTRA PANDEMIA
Desde diversos grupos feministas sostienen que la frase «quedate en casa» es beneficiosa para preservar la salud ante la pandemia por Covid-19, pero no lo es a la hora de combatir la violencia de género, ya que reservar a la mujer el ámbito de lo privado lo único que logra es perpetuar la situación de violencia. Esto queda explícito al observar que entre marzo del 2020 y marzo del 2021 hubo 304 femicidios.
En relación con lo anterior, en 2020 la pandemia no frenó los asesinatos por razones de género. Según el análisis de medios gráficos y digitales realizado por el «Observatorio Ahora que sí nos ven», del 1 de enero al 30 de diciembre, ocurrieron 298 femicidios. Lo que equivale a una mujer asesinada cada 29 horas.
Los datos nos vuelven a confirmar que quienes dicen amarnos son quienes nos matan, ya que en el 64,5% de los casos el femicida fue la pareja o ex pareja de la víctima. Respecto del lugar donde ocurrió el femicidio, en el año 2020 el 65% tuvo lugar en la vivienda de la víctima por lo que, como venimos señalando, el hogar no es un lugar seguro para las mujeres en situación de violencia.
Los femicidios no son casos aislados sino que forman parte de la consecuencia más cruel de una sociedad patriarcal que somete a mujeres y disidencias. La violencia que sufren las mujeres es multidimensional: sus peores manifestaciones, el femicidio, el transfemicidio y las violaciones, son solo la punta de un iceberg que incluye la violencia económica, obstétrica, política y patrimonial que se desprende de la discriminación laboral, los prejuicios de género, la agresión simbólica y la desigual distribución de tareas domésticas y de cuidado.



