El ministro de Defensa Oscar Aguad firmó la resolución 1531/19 que reestructura el organigrama de las Fuerzas Armadas argentinas y redefine sus potestades, ampliando su posible intervención no sólo a casos de agresión militar externa sino también a casos de terrorismo internacional, ciberataques o la defensa de objetivos estratégicos en el país.
Los nuevos organigramas establecen que los comandos de Adiestramiento y Alistamiento de cada fuerza armada pasan a depender directamente de los subjefes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, lo mismo que la inteligencia militar, el manejo del material y el bienestar de la tropa. También se aprueba la creación de un organismo específico para ciberdefensa en cada fuerza y se les asigna control directo a los jefes de Estado Mayor sobre áreas no operativas (Inspección General, Secretaría General y otras áreas administrativas).
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Uno de los cambios más importantes tiene que ver con la modificación al llamado “decreto Garré” (por Nilda Garré, ex ministra de Defensa durante el gobierno de Néstor Kirchner), que establecía que la única intervención posible de las FFAA era ante casos de “amenaza exterior”, en términos estrictamente bélicos, lo que ahora resultó ampliado, incluyendo el posible despliegue militar ante amenazas como el terrorismo internacional, el narcotráfico, los ciberataques y la defensa de objetivos estratégicos para el país.
Por otra parte, el ministro Aguad manifestó su preocupación por la falta de reuniones de transición con el próximo titular de la cartera de defensa (por el momento, el candidato más firme es el actual diputado Agustín Rossi): “Le puedo ahorrar dos meses de trabajo al futuro ministro, si me permite contarle el estado de cada proyecto en ejecución”.