El segundo y último debate presidencial antes de las elecciones del próximo domingo, llevado adelante este domingo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, presentó intercambios mucho más picantes entre los seis candidatos presidenciales. Los nuevos ejes de discusión fueron “Seguridad”, “Empleo, producción e infraestructura”, “Federalismo, calidad institucional y rol del Estado”, “Desarrollo social, ambiente y vivienda”
Los cruces entre los dos principales candidatos presidenciales fueron mucho más fuertes que en el debate anterior, con un Macri envalentonado por el masivo acto de este sábado en el Obeslico, haciendo eje en la diferenciación entre “ellos” y “nosotros” y tirándole reiteradamente al candidato peronista con los presuntos hechos de corrupción durante el kirchnerismo y con un Alberto Fernández que cuestionó con datos los pobres resultados económicos del gobierno, además de recordarle la historia familiar del grupo Macri y su vinculación con distintas irregularidades. Roberto Lavagna apuntó a la necesidad de reactivar la economía como premisa para poder discutir cualquier proyecto nacional, mientras que los candidatos de derecha José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión defendieron una política de mano dura en el área seguridad y cargaron contra la organización sindical en el tema productivo. Nicolás del Caño reivindicó a lucha de los estudiantes chilenos y aprovechó para desarrollar el programa del Frente de Izquierda.
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Con todos los candidatos conscientes de que este debate era la última oportunidad para tratar de ganar votos indecisos, las posiciones fueron mucho más claras que en el debate anterior y los cruces más picantes. Así, Alberto Fernández le recordó a Macri el involucramiento de su familia en la obra pública desde hace décadas y el polémico blanqueo de su hermano Giancarlo, mientras que el Presidente manifestó su incredulidad por el hecho de que Fernández como jefe de Gabinete del kirchnerismo no haya visto los hechos de corrupción que sucedían a su lado. Macri también reafirmó su convencimiento de dar vuelta la elección el próximo domingo y ya se previsualizó en el debate que de c andidatos previsto en caso de que haya ballotage.
En el eje Seguridad, Fernández destacó el hecho de ser el único abogado entre los candidatos y cuestionó propuestas simplistas de resolución del problema por la vía de la mano dura, afirmando que la cuestión se vincula con la desigualdad social, algo que se agravó en la Argentina de los últimos años, frente a lo que prometió reconstruir el entramado social para “generar más igualdad” y propuso construir un novedoso Consejo de Seguridad para que el tema sea una política de Estado. También denunció a Macri por reducir el presupuesto de Seguridad y le pidió “menos marketing y más seriedad”.
Macri insistió con que “en este tema somos distintos a ellos” y acusó al gobierno anterior de abandonar a las víctimas de delitos, alentar a los barras bravas y fomentar la “puerta giratoria” en la justicia. “Así son ellos, no van a cambiar”, insistió, para luego reivindicar un Código Penal moderno, la condena a Hezbollah como organización terrorista (mientras que “el kirchnerismo quiso encubrir a los responsables del atentado de la Amia”) y la reducción de la tasas de homicidios y secuestros. También descartó los cuestionamientos de Del Caño por el caso Santiago Maldonado y afirmó que “52 peritos dijeron que las denuncias eran falsas”. El candidato del FIT se opuso a la baja de la edad de imputabilidad, que Espert propuso llevar a los 14 años. El ec economista también criticó el “garantismo” de Zafaroni y prometió cárcel para los piqueteros que corten calles o rutas, anticipándole a Juan Grabois que “tenga cuidado”.
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En el eje “Empleo, Producción e Infraestructura”, Lavagna explicó que ninguno de estos problemas estructurales tiene solución con una economía estancada como la actual y propuso crear 2 millones de puestos de trabajo en un mandato de cuatro años con políticas para las Pymes, baja de los costos de contratación y programas de formación para jóvenes sin empleo ni estudio. Fernández recordó que hoy existe la tasa de desempleo más alta de los últimos 13 años, con el cierre de 43 Pymes por día, lo que responde a un Presidente que cree que “el salario es un costo”. Propuso planes para las pequeñas empresas, empezando por la desdolarización de tarifas, y se despegó de las acusaciones de corrupción en la obra pública del kirchnerismo: “Cuando tuve diferencias me fui. No tengo nada que ver con la corrupción. Ningún juez me citó. Algo que no le va a pasar al presidente que tiene más de 100 causas”.
Macri reconoció que “hemos tenido problemas y que hay gente preocupada” por la cuestión del empleo, pero prometió que pasada la elección “Argentina va a volver a crecer”. Aseguró haber creado “más de un millón de puestos de trabajo” aunque “muchos informales” y destacó la revolución energética y del transporte. Respondiendo a las críticas de Alberto sobre la historia del Grupo Macri, señaló que “es de mal gusto citar a una personas que ya no está en este mundo” y contratacó insitiendo sobre la corrupción: “Es difícil creer que usted no vio nada. Lo vio Lavagna desde el otro lado de la calle y usted desde la oficina de al lado no vio nada. Imposible de creer”.
En este punto Espert y Gómez Centurión cargaron fuerte contra el “las viejas burocracias sindicales”, como estructuras corruptas que impiden el crecimiento y la generación de empleo, y abogaron por una reforma laboral, mientras que Del Caño propuso el reparto de horas de trabajo y la reducción de la jornada laboral.
En el bloque “Federalismo, calidad institucional y rol del Estado”, Fernández explicó que “Argentina dice ser un país federal pero no lo es” e insistió con un gobierno junto a los 24 gobernadores. Luego denunció el “deterioro” de la calidad institucional durante el macrismo, con el intento de poner jueces de la Corte Suprema por decreto, el decreto sobre blanqueo o las denuncias sobre los parques eólicos que involucran al presidente. Descartó haber tenido actitudes tendientes al recorte de la liberta de prensa y denuncio que Macri “le exigió a los dueños de medios que sigan encubriendo sus errores”. “La prensa corre peligro con Macri, no conmigo”, concluyó.
Macri respondió señalando que “ahora el kirchnerismo habla de federalismo después de prepotear a propios y ajenos con látigo y chequera” y aseguró que su gobierno trabaja “de verdad” con los gobernadores. “No somos iguales. Nosotros creemos de verdad en la República, en la independencia de poderes. Ellos no aceptan, no ven que Maduro es un dictador”, resumió.
El ultimo eje de debate fue “Desarrollo social, ambiente y vivienda”, instancia en la que Alberto reivindicó la diferenciación que planteó Macri durante todo el debate: “Sobre todo cuando entramos al tema de la pobreza es donde menos quiero parecerme a usted”. Luego denunció que al terminar el mandato, Macri dejará un 40% de pobreza y habrá multiplicado el hambre. Prometió cuidado del medio ambiente, minería responsable y la creación de un Ministerio de vivienda. Insólitamente, el presidente reconoció los reclamos de los miles de endeudados con los créditos UVA y prometió que “a partir del 1 de enero de 2020” los ajustes de las cuotas ya no se realizarán por inflación sino por el incremento salarial. Luego cargó contra el candidato del FdT: “Es indignante escucharlos hablar de pobreza. No les creo nada. Gobernaron 24 de los últimos 30 años y la única idea que tuvieron fue ocultarla”