El presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof presentaron, junto a una veintena de intendentes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), un plan de seguridad que implicará una inversión de más de 10 mil millones de pesos y el vuelco de miles de efectivos policiales para combatir el delito.
El anuncio fue presenciado por la ministra de Seguridad, Sabina Frederic; el titular de la cartera de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni; y el director de Gendarmería Nacional, Andrés Severino.
“Vamos a ser implacables”, subrayó el Presidente sobre el combate a la delincuencia, y destacó: “Una buena sociedad, una buena democracia y un buen estado de derecho tienen que garantizar a los ciudadanos seguridad, y la pena por su delito al que ha delinquido.”
“Los delitos ocurren en las sociedades más desiguales, y nosotros tenemos un deber con los últimos que son precisamente los que necesitan la oportunidad de salir de esos lugares”, afirmó y expresó: “Debemos dar seguridad a los ciudadanos para que puedan circular por las calles sin miedo, y que sepan que si se los ataca la Justicia aplicará las penas que correspondan”.
En ese sentido, explicó que “en el Gran Buenos Aires se ha concentrado el problema mayor del delito y es el tema que más nos preocupa hoy en día”, y aseguró: “Por eso, desde el primer día, estamos viendo cómo hacer para ayudar a Buenos Aires”.
Numerosos intendentes venían reclamando planes especiales para combatir la inseguridad creciente en los últimos meses, planteo que fue atendido por el Gobierno nacional que anticipó un fondo especial para la gobernación provincial y los municipios. Esta transferencia directa de recursos se invertirá en el despliegue de más de 10 mil nuevos efectivos que se irán sumando a la Policía Bonaerense entre este año y el próximo y la adquisición de tres mil móviles (incluyendo camionetas, patrulleros y motos).
El mandatario agradeció especialmente a los familiares de víctimas de inseguridad, de quienes aseguró: “Ellos esperan respuestas de la Justicia, y solo puedo estar con ellos acompañándolos en el dolor que sé que significa la pérdida de un ser querido”.
Durante la actividad, también estuvieron presentes los intendentes de Vicente López, Jorge Macri; Almirante Brown, Mariano Cascallares; Berazategui, Juan José Mussi; Hurlingham, Juan Zabaleta; La Matanza, Fernando Espinoza; y San Fernando, Juan Andreotti; y se comunicaron por videoconferencia con el Jefe de Estado los intendentes de San Isidro, Gustavo Posse; Quilmes, Mayra Mendoza; y Merlo, Gustavo Menéndez.
Por su parte, el gobernador de Buenos Aires expresó: “El plan que se está anunciando hoy es uno de los más grandes de los que se tiene memoria” porque “hacía falta una enorme inversión para que la Policía de la Provincia pudiera recuperar su capacidad operativa. Hoy, nos estamos ocupando de la inseguridad para hacer una profunda transformación”.
El plan de seguridad, que prevé una inversión de 37.700 millones de pesos por parte del Gobierno nacional, integrará 3.957 efectivos a las fuerzas federales de la Provincia; e incluirá la formación de 10 mil nuevos policías en academias municipales descentralizadas, a lo largo de 18 meses. También proveerá a la jurisdicción de 2.200 nuevos móviles policiales, 4 mil paradas seguras, y 12 unidades carcelarias.
Desde San Isidro, se pusieron en contacto con el Presidente el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro de Transporte, Mario Meoni; además del intendente local y los jefes comunales de Ezeiza, Gastón Granados; Florencio Varela, Andrés Watson; Lanús, Néstor Grindetti; San Martín, Fernando Moreira; y Tigre, Julio Zamora.
El jefe de Gabinete agradeció a los familiares y víctimas de la inseguridad en la Provincia por acompañar la iniciativa, al tiempo que aseguró: “Venimos a cumplir una premisa del Presidente, que es dar prioridad a la seguridad en la provincia de Buenos Aires, con una mirada integral y que articula el trabajo entre las tres instancias de gobierno”.