Ante el pico de muertes en Brasil, Bolsonaro afirmó que lo lamenta pero que «así es la vida»

El presidente brasileño Jair Bolsonaro continúa provocando polémica por la estrategia oficial respecto de la epidemia de coronavirus en el país vecino. Después de que la cifra de contagiados superara los 72 mil y la de muertos los 5 mil (superando la cifra oficial de decesos en China), con 474 fallecidos en el conteo diario de este martes, un periodista le preguntó al presidente sobre estas cifras y su respuesta fue: “Lo lamento, pero ¿qué quieren que haga?”.

Ante la insistencia periodística sobre la gravedad de la cifra de muertes, Bolsonaro respondió: “¿Y qué?”, añadiendo que pese a que su segundo nombre es Mesías no es capaz de “hacer milagros”. Luego el presidente brasileño manifestó su “solidaridad a las familias que perdieron seres queridos” y añadió: “Así es la vida”.

“Mañana seré yo. Lógicamente, uno quiere tener una muerte digna y dejar una buena historia”, añadió Bolsonaro, uno de los líderes mundiales más cuestionados por la reacción institucional ante la pandemia, quien viene enfrentándose con los gobernadores que impulsan medidas de cuarentena y de aislamiento social con el argumento de que no se puede parar el país por lo que en algún momento definió como una “gripecita”.

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Respecto de la escalada de contagios y muertes en Brasil, el cuestionado presidente brasileño, uno de los líderes del mundo peor conceptuados por su reacción ante la epidemia, insistió con que “infelizmente es una realidad que el virus va a afectar al 70 % de la población”.

Hace pocos días Bolsonaro, cada vez más debilitado por las críticas populares y las tensiones internas, alejó de su equipo al ministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, quien defendía la necesidad de endurecer las medidas de aislamiento social, reemplazándolo por Nelson Teich. Pero el nuevo funcionario se vio obligado a reconocer que “la curva viene creciendo y hay un agravamiento, una evolución de la curva hacia arriba”, afirmación que el presidente se negó a comentar.

Según proyecciones estas gravísimas cifras son apenas el inicio de la crisis sanitaria en Brasil, ya que el pico de contagios y muertes se espera para mediados de mayo o junio, lo que podría configurar un panorama aún más serio en el sur del país, donde las temperaturas bajan considerablemente en el invierno.

 

 

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