La empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) tiene, al momento, 350 obras en ejecución y otras 100 en proceso de licitación, con 1200 KM de cañería ya colocada, en obras de red de cloacas y agua. La gestión de Malena Galmarini planea, con lo proyectado, llegar a los 2500 KM de cañería nueva instalada para fines de 2021.
Los números se vuelven incluso más contundentes en la comparatoria con las obras en la gestión del ingeniero José Luis Inglese, designado por el expresidente Mauricio Macri: en cuatro años del gobierno de Juntos por el Cambio, se instalaron 700 KM de cañería.
«AySA tiene un laboratorio de bandera reconocido en el mundo, es una marca muy bien instalada», cuentan desde la empresa ante la consulta de Informe Político por el estado en el que se recibió la firma. «Teníamos 500 millones de deuda en bonos y 90 obras paralizadas. Era una empresa totalmente desfinanciada», denuncian.
Además de las nuevas obras proyectadas, la gestión de Galmarini reactivó dos obras de gran envergadura: Sistema Agua Sur, que comprende una serie de obras proyectadas para asegurar el abastecimiento de agua potable en los partidos de Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza, La Matanza, Lomas de Zamora y Quilmes. Actualmente se está avanzando en la ampliación de la capacidad de potabilización de la planta Gral. Belgrano, ya que durante la gestión macrista se había dejado de financiar este proyecto; Sistema Riachuelo, una mega obra de infraestructura única en el mundo que busca solucionar integralmente la capacidad de transporte de los desagües cloacales en el área metropolitana.
«La pandemia no nos paró. El agua es esencial siempre pero ahora lo es el doble», explican. Días atrás, el propio intendente macrista Néstor Grindetti, tras la recorrida por obras en marcha y la firma de otras nuevas, agradeció a Galmarini y aseguró que AySA es «el área del Gobierno Nacional que mejor ha cumplido los compromisos» tomados.
Galmarini y Grindetti firmaron un convenio por obras y recorrieron otras en marcha
En las últimas horas, AySA adquirió una torre perteneciente a YPF, por 30 millones de dólares. El inmueble era, hasta ahora, alquilado por la empresa que conduce Galmarini. La operación se cerró con pagos a 30, 60 y 90 días, y 36 meses, un esquema normal para este tipo de propiedadades.