La diputada nacional de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, recalentó la interna en Cambiemos tras escuchar las declaraciones del ministro de Justicia Germán Garavano, quien, en referencia al pedido de juicio oral de Cristina Kirchner, comentó que «nunca es bueno que se detenga a un expresidente».
La líder de la CC sostuvo en sus redes sociales que «estos dichos de Garavano son una vergüenza para la República y la división de poderes. Puede estar emparentado también con la impunidad de Menem en la Cámara de Casación. Si esto es así es pasible de juicio político».
No es el primer enfrentamiento que tiene la chaqueña con el funcionario que conduce la cartera judicial. En febrero último emitió duras críticas por el papel que tuvo en la causa AMIA. Garavano la desafió en ese entonces: «Puede pedirme el juicio político si quiere, no es algo que me preocupe demasiado».
Con respecto a su renuncia la Bicameral que controla a los fiscales, por no obtener el quórum necesario por parte del Frente para la Victoria, Argentina Federal y el Frente Renovador, indicó mediante una carta al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, que «bajo ninguna circunstancia» desea presidir la comisión «dada la calidad y actitud de los legisladores del PJ que la integran».
«No comparto ni el odio, ni la inquina, ni menos aún los celos, y no deseo formar parte de ello», sostuvo en el escrito, en el que sugirió los nombres de Lospennato y Braillard Poccard para reemplazarla.