La líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió, que en las últimas semanas volvió de su promocionado retiro de la política activa, se metió en la interna opositora advirtiendo que la alianza Juntos por el Cambio (JxC) “no debe radicalizarse” porque ese giro hacia posiciones más extremas sería “funcional a la radicalización” que busca generar la vicepresidenta de Cristina Fernández de Kirchner.
El mensaje de Carrió llega en un contexto en el que el banderazo de este lunes profundizó las grietas internas de la oposición, entre los sectores más duros representados por Patricia Bullrich, Hernán Lombardi y otros dirigentes, y los más dialoguistas, que tienen responsabilidades de gestión y buscan conservar vías de intercambio con el Gobierno nacional, como los representados por el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador radical jujeño Gerardo Morales y otros.
Carrió se manifestó cercana a esta última posición, planteando la necesidad de sostener una actitud dialoguista para garantizar “una mínima gobernabilidad”. “No hay que radicalizarse, no podemos responder con la misma lógica de radicalización de Cristina. Si nos radicalizamos perdemos la centralidad que es necesario tener”, alertó. La ex diputada nacional insistió en que para evitar las tentaciones de caer en un discurso extremo y confrontativo “es preciso mantener un mínimo diálogo con el Presidente, porque si no cae directamente en manos de Cristina”.
Más allá de eso, Lilita insistió con el rechazo a la reforma judicial, advirtiendo que con ese proyecto la actual vicepresidenta “viene por todo”: “Ella va por todo y no pueden pararla. La radicalización absoluta de Cristina alterando el orden constitucional, cambiando miembros del jury de enjuiciamiento, tratando de cambiar jueces, denota un clima de radicalización en la vicepresidenta que es contrario a los intereses de la unidad de la Nación”.
“Tenemos que asegurar la mínima gobernabilidad en la pandemia y el caos económico y social subsiguiente, hay que ser rígido en la defensa de la Constitución, pero no radicalizarse. Porque si Juntos por el Cambio se radicaliza se amplía la grieta y entramos en un escenario de falta de gobernabilidad y confrontación que no hace bien a la Argentina”, concluyó.
