Carrió volvió de vacaciones y cargó contra los Moyano: «Es una familia de criminales»

La diputada nacional y referente de la Coalición Cívica Elisa Carrió reapareció después de un largo período vacacional y cargó contra la familia Moyano al tiempo que trató de minimizar los escándalos que vinculan a funcionarios de Cambiemos con empresas off shore. En ese sentido, apenas cuestionó la demora que tuvo presidencia para pedirle la renuncia a Valentín Díaz Gilligan, subsecretario de la Presidencia con una cuenta millonaria a su nombre en Andorra.

Más allá de esta referencia al escándalo Díaz Gilligan (cuestionó “no hacer cesar a un funcionario que tiene una cuenta de un millón de euros fuera del país”), en la entrevista con el diario uruguayo El País la diputada evitó cuidadosamente cualquier mención a la situación del ministro de Finanzas Luis Caputo, de quien se confirmó manejó un entramado de empresas off shore en las Islas Caimán, una de las cuales incluso negoció bonos de la deuda externa argentina. Tampoco hizo ninguna referencia al escándalo del ministro de Trabajo Jorge Triaca, que designó a una empleada doméstica de la familia como “delegada interventora” en el intervenido Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). En una reflexión genérica y justificadora, Carrió planteó: “Lo que pasa es que hay que evitar otros errores justamente para tener el apoyo popular. Lo que no se puede es emprender esta lucha y cometer errores, diría nimios, pero graves a los ojos de la opinión pública”.

En cambio, la diputada sí cargó fuerte contra los adversarios políticos del Gobierno nacional, especialmente contra la familia Moyano, vinculándola directamente con casos de homicidios. Respecto del referente camionero y convocante de la marcha multitudinaria del pasado 21 de febrero afirmó que “es un criminal”. Y añadió: “Es una familia de criminales. No toda su familia, pero al menos él y Pablo seguro. Y cuando digo criminales digo criminales, no solo de robo de dinero. Muchas muertes que no se explican, muchas muertes tapadas. Si en algo uno avala al presidente Macri es en esta lucha”. Frente a afirmaciones tan comprometedoras no se explica cómo la diputada guardó silencio durante el tiempo en que el referente camionero y el presidente Macri fueron aliados, tanto en el Gobierno de la Ciudad como durante el primer año de gestión nacional.

Más allá de eso, Carrió continuó con en el historial de Hugo Moyano: “El pacto de Moyano con Kirchner, que fue explícito hasta la misma muerte de Kirchner. El principal pacto que tuvo Kirchner fue con Moyano, por eso se destruyeron todos los ferrocarriles y se habilitó todo el transporte terrestre que tenía que ver con camiones”. Luego de comparar al gremialista con el líder camionero estadounidense Jimmy Hoffa, insistió con las acusaciones criminales: “Él tiene muchos crímenes atrás, pero muchos. Su hijo Pablo también. Así que marchen, pero que también marchen a la Justicia”.

También aprovechó para cargar contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Realmente los verdaderos oligarcas de la Argentina están presididos por Kirchner, Moyano y todos los enriquecidos en los últimos veinte años”. Luego añadió que el PJ “odia” a Cristina y que es la responsable de la división del peronismo.

En cuanto a la situación económica nacional, consideró: “En algunas cosas estamos bien y en algunas otras estamos atrasados. La solución en Argentina pasa por la prosperidad económica y social, y lo que nosotros tenemos que hacer es prosperar a las clases medias. Y ahí es donde fallamos”.

En una vuelta a la política nacional más general, la diputada sostuvo que no volverá a ser candidata y afirmó que apoyará una eventual reelección de Mauricio Macri, aunque reconoció que en su momento le costó mucho aceptar esa alianza: “Hicimos el acuerdo con Mauricio en enero de 2015, en una conversación que fue un sincericidio, con todas las verdades. A mí me costó mucho, no solo con él sino básicamente con todo lo que era su familia y su padre. Yo tenía el deber de habilitar la salida de la Argentina, y tenía que perder. Así que tenía que articular, perder y garantizar la república”.

Por último, Carrió se consideró como una “garantía” dentro de la alianza gobernante pero reconoció que no puede participar de las reuniones de Gobierno por su “sincericidio”: “No puedo ir a reuniones políticas porque mi sincericidio causa estragos. Entonces voy a solas a comer a veces con Macri”. “Los periodistas pagarían por ver esas conversaciones, que casi terminan en boxeo y después en un asado”, remató.

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