Ciudad: El oficialismo, solo con votos propios, aprobó el Presupuesto 2021

Solo con votos propios, Vamos Juntos aprobó el Presupuesto 2021 de la Ciudad, que cuenta con un monto de $612.643,5 millones y un total de recursos por $587.568,9 millones, lo que proyecta un resultado financiero deficitario en $25.074,6 millones.

La ley de leyes contó con 39 de votos, de los legisladores del PRO, UCR Evolución, GEN, Partido Socialista y Consenso Federal y 20 negativos del Frente de Todos, FIT y AyL. Se destaca, en el cálculo de ingresos y egresos del año que viene, un fuerte ajuste producto, argumentan desde el larretismo, del reordenamiento de los fondos de coparticipación que aprobó el Congreso para la Ciudad.

No obstante, habrá prioridad de inversión en las áreas sociales, como salud, educación, desarrollo social y seguridad, que reúnen el 67% del gasto total, con un nuevo tributo a los sellos por las transacciones con tarjetas de crédito. El Ejecutivo planea recaudar $7700 millones. La alícuota de los Ingresos Brutos al sector financiero, es decir, a los bancos, pasará del 7% al 8%.

A su vez, se avanza con la eliminación a la exención al impuesto sobre los Ingresos Brutos a las LELIQs y a las operaciones de pases, con lo que se estima recaudar $10.608 millones y $1392 millones, respectivamente, un punto que fue rechazado por el presidente del Banco Central de la Nación, Miguel Pesce, y que podría ser definido por la Justicia.

Claudio Romero, presidente de la Comisión de Presupuesto, Hacienda, Administración
Financiera y Política Tributaria de la Legislatura, expresó que este Presupuesto es «de contingencia», con una fuerte reducción del gasto público, la suspensión de obras, la revisión de grandes contratos y medidas transitorias” a raíz de la “quita salvaje” de los fondos coparticipables.

El legislador de Vamos Juntos explicó que esa quita se produjo en el marco de una pandemia mundial por el Covid 19 que afectó en particular a las grandes ciudades del mundo, como la ciudad de Buenos Aires, y pese a lo cual el presupuesto propuesto hoy “sostiene las partidas destinadas a las áreas esenciales como la Seguridad, la Educación, la Salud y el Desarrollo Social”, que significan el 51% del Presupuesto.

Finalmente, Romero enfatizó que la “quita salvaje no es a Horacio Rodríguez Larreta, no es a Mauricio Macri, es mucho peor: es al corazón de la autonomía porteña, a los vecinos y a las finanzas de un distrito, violando todos los principios del federalismo, en medio de una pandemia. Nosotros defendemos los intereses, los recursos y las necesidades de nuestros representados y no aceptamos ningún tipo de condicionamiento.”

En ese sentido, concluyó: “el gobierno nacional aplica sobre la Ciudad una política de alineación forzada, basada en el látigo y la billetera pretendiendo avasallar su autonomía y ponerla de rodillas. Y, como bien sabemos, mejor que decir es hacer y nosotros hicimos, hacemos y haremos con lo que nos quede de presupuesto, lo mejor para los porteños.”

Desde el Frente de Todos se incrementaron las críticas. “Larreta propone un presupuesto de ajuste, con más impuestos, 80.000 nuevos parquímetros y menos obras”, expresó el diputado del Frente de Todos Matías Barroetaveña; y agregó que “todo este recorte para pagar $48.000 millones de intereses de una deuda que se ha multiplicada durante su gestión.”

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“Mientras se produce este ajuste, la pauta crece alcanzando los $ 2.407 millones, dinero con el cual se podría garantizar la compra de 7 millones de dosis de vacunas Astra Zeneca contra el COVID, permitiendo el acceso de todos los vecinos de la Ciudad a las dos dosis necesarias”, manifestó el diputado Barroetaveña.

Mientras que Eugenio Casielles (Consenso Federal) explicó por qué acompañó el proyecto oficial: «Acompañar o no acompañar un presupuesto es una decisión política. Y en esta decisión, los rehenes son los porteños. Para no acompañar un presupuesto, tenemos que estar seguros de que es la mejor decisión, porque si no se aprobara, se repite el presupuesto del año anterior. Creo que hay otras herramientas para cuando no estamos de acuerdo, como discutir ítems específicos o votar en contra ciertos artículos».

«Por eso vamos a votar en contra de artículos que consideramos regresivos y aumentan el peso impositivo a los porteños: en este caso, vamos a oponernos al impuesto a los sellos que se aplica sobre las tarjetas de crédito. Este impuesto impacta directamente en los trabajadores de todos los días que usan los créditos usualmente», aseveró.

Y concluyó con que «no votar un presupuesto es la peor decisión que puede tomar un legislador cuando quiere representar al pueblo que lo eligió. Lo vamos a acompañar, aunque nos parezca malo y que recaiga en las espaldas de los porteños”.

 

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