Clusellas abrió el libro de pases y cerró su desembarco en la Auditoría General de la Ciudad

El clima de fin de época de la administración de Mauricio Macri incluyó varios pases desde la Casa Rosada, y la provincia de Buenos Aires, a la Ciudad. Segundas y terceras líneas, con la excepción de alguna primera, empezaron a frecuentar los pasillos de Uspallata para lograr la venía del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Muchos no esperaron a octubre y el día siguiente a la derrota de Macri en la PASO ante el presidente Alberto Fernández empezaron a sondear a ex compañeros. Sin embargo uno de los que más polémica generó fue el del ex secretario de Legal y Técnica, Pablo Cluselllas, que recaló en la Auditoría General de la Ciudad.

“De cuidar la firma del Presidente a estar en un lugar en donde no va a tener ni la mitad de relevancia”, expresó una calificada fuente al tanto de las negociaciones. La decisión de que Clusellas sea incluido en el cuerpo colegiado fue por pedido del propio Macri ante el jefe de Gobierno que ya tenía avanzadas las charlas para la conformación del oficialismo dentro del organismo.

Los planes originales incluían a que dos de los tres auditores que tenía el PRO renovarán ya que el tercer lugar estaba destinado para el ex legislador porteño, Daniel Presti, que luego de que el ex jefe de Gabinete, Marcos Peña, solicitó que sea el ex vicepresidente primero de la Legislatura, Francisco Quintana, quien sea el candidato del macrismo para el Consejo de la Magistratura, iba a ser compensado.

Cuando el nombre de Clusellas se inscribió en la lista que votó la Legislatura varios de los miembros del oficialismo ya sabían que no había lugar para dudas: si estaba ese nombre era para entrar. “El mensaje que se manda es peor todavía que cuando paso lo de Fran. Me vas a decir que Clusellas necesitaba el cargo”, se quejó uno de los funcionarios con más llegada al alcalde porteño.

La designación de Clusellas dentro de la Auditoría ya comenzó a generar roces internos dentro del oficialismo. Es que ante el escenario actual en el que una de las obsesiones electoral del presidente Fernández será intentar ganar la Ciudad, la Auditoría puede convertirse en un organismo con acceso a mucha información sensible.

“Larreta necesita tener todos guardianes como tuvo hasta ahora que se bloqueó todo”, agregó la misma fuente.

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