Por Gabriel Zorilla
El inicio de cada gestión resulta determinante, en algunos casos, para lo que será el proyecto de país que tiene cada nuevo presidente o presidenta. Cuatro fueron los predecesores que tuvo Javier Milei en estos últimos veinte años, considerando desde el gobierno de Néstor Kirchner que inició en 2003, luego de la gran crisis que atravesó el país en 2001.
Los doce años de Kirchnerismo, seguidos por los cuatro de Mauricio Macri y por último los cuatro restantes del período de Alberto Fernández. Todos tienen en común una semana inicial que dejó en claro cuál sería el rumbo político que afrontarán a lo largo de su gestión.
Fórmula Fernández/Fernández
Con la fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, el Frente de Todos le ganólas elecciones a Juntos por el Cambio en 2019. Aprovechando el apoyo en las urnas, sus primeros movimientos tuvieron que ver con lidiar con la renegociación con el FMI, debido a la deuda que dejaba el macrismo. La primera medida de Alberto fue la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva 27.541 que declaró la emergencia pública y delegó en el Poder Ejecutivo la renegociación de la deuda, la reestructuración tarifaria y el régimen cambiario, además de crear el impuesto PAIS, un blanqueo fiscal y avanzar en la reforma jubilatoria, entre otros.
Con respecto a esta ley, el analista político Andy Tow, opina: «Surge en diciembre de 2019 y fue «fundacional» en cuanto a que otorgó amplios poderes al presidente para lidiar con la crisis de aquel momento, y que fueron útiles también para lidiar con la pandemia».
Recordemos que Alberto Fernandez asume el cargo en diciembre de 2019 y solo 4 meses después, en marzo de 2020, inició la cuarentena por la crisis sanitaria que produjo el COVID-19.
Fórmula Macri/Michetti
En las elecciones del 2015, Mauricio Macri junto con Gabriela Michetti logran ganar las elecciones tras imponerse en un balotaje contra Daniel Scioli y Carlos Zannini. Tras doce años de Kirchnerismo y con un discurso orientado a una búsqueda de un cambio de paradigma, el partido de Cambiemos logra llegar al poder. El analista político Julio Burdman, opina sobre la gestión de Mauricio Macri, que es recordado sobre todo el tema de los ceses de contrato y hasta despidos en el sector público, “la famosa, entre comillas, ‘grasa militante’ que mencionó Prat-Gay”, recordó.
El futuro gabinete de Milei debatió «acciones según grado de urgencia»
En su primera semana tuvo como primeras medidas levantar el cepo cambiario, que estaba vigente desde octubre de 2011. Fue el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, el encargado de concretar una de las promesas más repetidas durante toda la campaña.El decreto que asignaba a dos nuevos jueces en la corte suprema, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkranz y lo hizo en comisión, implicaba ponerlos en funciones sin previo acuerdo del Senado. Pero postergaron la jura de los magistrados al menos hasta febrero, gesto que fue bien recibido por la oposición.La quita de retenciones, por medio de un decreto que determinó retenciones cero a la exportación de trigo, maíz girasol y productos regionales, y una rebaja de cinco puntos a la soja.
La suba en el piso de ganancias, haciendo así que en el medio aguinaldo de diciembre se vea reflejado una suba en el piso no imponible del impuesto a las Ganancias, una más de las promesas de campaña que Mauricio Macri se vio obligado a cumplir durante su primera semana. Se trataba de una demanda sensible por parte importante del gremialismo que le había aportado su apoyo. Y el cambio en la ley de ministerios, que por medio del decreto 13/2015 designó que a un jefe de Gabinete y la cantidad de ministros serían 20.
Sin embargo, y más allá de la creación de nuevas carteras y algunas unificaciones, los cambios más profundos tuvieron que ver con la conformación de las estructuras, entre otras cosas para eliminar la figura del «superministro», instalada por la gestión anterior, la de Cristina Fernández.
Doce años de Kirchnerismo
Los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández fueron continuidades de programas económicos que estaban siendo funcionales. En el primer caso, Kirchner era el candidato oficial y heredó un equipo económico que continuó en funciones. Prometió que iba a seguir con la gestión de Lavagna y eso le dió un impulso que generó confianza en el electorado. Algo que después no logró cumplir porque al poco tiempo, se enfrentó al duhaldismo e hizo políticas económicas cada vez más reñidas.
En principio, en términos de continuidad, Nestor Kirchner, en los primeros días anunció aumentos de sueldos, algo que aliviaba los recortes bruscos del 2002 por la devaluación y la inflación.
El analista político, Marcos Novaro opina: «Había muy pocos desafíos económicos más allá de lo que dicen los kirchneristas, digamos, de que ellos sacaron el país del infierno. La verdad es que lo que tenía que hacer Néstor era muy poco». Al ser preguntado por los motivos agregó: «Tenía como principal tarea reconstruir la autoridad presidencial, básicamente. Y en eso venía a cuenta este asunto de aumentos y de declaraciones bastante rimbombantes que fueron armando un poder presidencial que estaba muy debilitado», luego agrega que «con Cristina pasó un poco lo mismo, en el primer gobierno, una continuidad del mismo equipo, más allá de que hay un cambio de ministro de Economía, no hay cambio de políticas».
En el segundo mandato de Cristina, aunque existe una continuidad del poder y del equipo de gobierno, debió hacerse cargo de una crisis que venía afectando las reservas y que derivó después en el cepo, y con lo que ya venía pasando de antes, qué es el agotamiento de las reservas del Banco Central.
El politólogo Julio Burdman considera por el contrario que Cristina Kirchner arrancó un mandato complicado por el contexto internacional. Resalta la crisis que atravesaba Estados Unidos, el cambio de mandato de Bush a Obama, y también la crisis del campo, que también forma parte de un contexto internacional de crisis económica y de conflictos por recursos naturales.
“Creo que, sin dudas, esa crisis del campo primero y luego con Clarín, fueron la marca registrada de su primer mandato y el nacimiento de la llamada Grieta, que fue esa gran divisoria de aguas en la Argentina en torno a temas de política”, mencionó.
Cabe destacar que la Grieta en principio no era partidaria sino que fue creada a partir de estos temas y luego los partidos políticos se constituyeron en torno a esta. Hubo transformaciones en el oficialismo, que sufrió pérdidas, y también se fue aglutinando una oposición donde la defensa del campo y la defensa de los medios de comunicación, en contra de la ley de medios audiovisuales que impulsaba el gobierno, creó un nuevo eje político partidario.
Los próximos siete
Con estos antecedentes, la lupa estará puesta en la primera semana del nuevo presidente electo. Uno que ganó el último balotaje logrando convencer al 55,69% de los votantes, alcanzando una cifra cercana a los 14 millones y medio de votos. No habrá gobierno de continuidad, y por las promesas de campaña, muchos serán los cambios para la Argentina. Un país que en los planes, se verá muy diferente en cuatro años al que tenemos en la actualidad.