La Unión Industrial Argentina (UIA) se manifestó, con críticas al gobierno de Macri, en contra de la reciente determinación del presidente Donald Trump de imponer aranceles a la importación de acero y aluminio que se realizan en el país.
La entidad que agrupa a los grandes empresarios nacionales mostró su preocupación y se lamentó porque “representa un mercado relevante para estos productos argentinos”. «Estados Unidos representa un mercado relevante para estos productos argentinos; en tanto que para ellos, apenas representa el 2,1% de las importaciones de productos de aluminio y 0,6% de productos de acero y hierro”, señalaron desde la entidad, que recordó que estos metales estaban exentos de aranceles desde mayo de 2018, con un cupo de 180 mil toneladas para cada uno de ellos.
A su vez, los industriales criticaron la política económica de Cambiemos: “El argumento esgrimido de la depreciación de la moneda argentina es consecuencia de una macroeconomía en un contexto inflacionario, con tasas de interés elevadas, a la vez que coexiste con retenciones y quita de reintegros que afectan a la competitividad de las exportaciones argentinas con valor agregado”.
Sica y Faurie buscan revertir la restauración de aranceles de Trump a productos argentinos
En esta línea, acentuaron la “importancia de llevar adelante una política de inserción internacional inteligente, con gestiones de manejo de relaciones comerciales, con una política industrial que promueva la competitividad y la agregación de valor”. Ante este cuadro de situación, el ministro de Producción, Dante Sica, se reunirá con el encargado de la economía de Brasil, Paulo Guedes, para evaluar la situación.
Vale destacar que después de comunicarse con la Embajada de los Estados Unidos, donde no brindaron mayores precisiones sobre la decisión de Trump, Sica comenzó a gestionar una comunicación con el secretario de Comercio estadounidense Wilbur Ross. Faurie, por su parte, buscó ponerse en contacto con John Sullivan, vicesecretario del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Los funcionarios también se comunicaron con representantes de las empresas locales productoras de aluminio y acero, quienes confirmaron que la medida los tomó “por sorpresa” y que están comenzando a evaluar el posible impacto en sus negocios (que en la actualidad mueve unos 700 millones de dólares anuales).