Números oficiales del Ministerio de Economía, que lidera Martín Guzmán, dan cuenta que existirá un gasto del 5,6% del PBI para atender las consecuencias económicas de la pandemia. Lo que equivale a $1,7 billones de pesos, a desembolsar entre abril y junio.
De acuerdo a un informe de Hacienda, para hacer frente a la Emergencia Sanitaria en el mes de abril se gastarán $350 mil millones, un 1,2% del PBI. Pero si se suman los meses de mayo y junio, el total representa $1,05 millones, es decir, un 3,5% del PBI. En cuanto, al subsidio de los créditos, se desembolsarán en total $640 mil millones, un 2,1% del PBI.
Por otro lado, se deja constancia que dichos fondos de la asistencia son ordinarios, ya presupuestados para revertir la política de desinversión que se arrastraron de la gestión macrista, sobre todo en materia de salud, educación, y seguridad social.
El documento oficial también menciona que la Argentina “cuenta con una amplia infraestructura hospitalaria y del sistema de salud en general”. En este marco, se señala que el sostenimiento de la atención a la salud y a la garantía de derechos sociales diversos “no se computan como ayudas extraordinarias, que podrían temporalmente sumar a una relación porcentual/PBI, porque son gastos habituales del presupuesto que reflejan un compromiso de la sociedad con la perspectiva de un estado de bienestar”.
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Asimismo, la cartera económica indica que “actualmente la Argentina dedica 0,7% del PIB por mes ($211 mil millones) a garantizar un piso de seguridad social” que está conformado por la Asignación Universal por Hijo y Embarazo (AUH-AUE), las Asignaciones Familiares a empleados registrados, las jubilaciones y pensiones, las Pensiones No Contributivas y la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor).
En otro apartado del trabajo, se menciona que hay «un segundo paquete está focalizado en los aportes del Tesoro que se destinan a instrumentos para financiar líneas de créditos a tasas subsidiadas o programas de garantías». Esas medidas, en estimaciones oficiales, representan una masa monetaria a devengar en los próximos meses de cerca de 640 mil millones de pesos, es decir, 2,1% del PBI.
Para el Gobierno, de no haber puesto en marcha estas disposiciones “se hubiera profundizado la grave situación económica por la que venía transitando la economía argentina”. En ese sentido, indica que “la emergencia sanitaria tiene un doble efecto negativo”, ya que la caída de la demanda externa, vía precios y cantidades, afecta al sector exportador argentino, y, por otro lado, el aislamiento produce una caída de la actividad interna.
Y se subraya que “de acuerdo con datos del Fiscal Monitor del FMI (abril), en lo que se refiere a las políticas fiscales, la respuesta argentina se encuentra por encima de la de países como Brasil, China, Corea, Italia, España y Francia”.