El flamante gobierno de Alberto Fernández confirmó que restablecerá el llamado “dólar turista” o “dólar tarjeta”, como estrategia para reducir la pérdida de reservas, desalentando las compras de los argentinos en el exterior. La iniciativa está en estudio en la secretaría de Hacienda, a cargo de Raúl Rigo, y en la AFIP, que encabeza Mercedes Marcó del Pont, pero ya se confirmó que prevé un cargo extra del 30% respecto de la cotización en el mercado local.
Con este recargo, las compras en el extranjero se harían con un dólar a cerca de 82 pesos por unidad. El recargo alcanzaría a pasajes aéreos, hoteles y todo tipo de gasto realizado con tarjeta en el exterior. El objetivo es que ese extra quede en las arcas públicas para reforzar las menguadas reservas nacionales.
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El Jefe de Gabinete Santiago Cafiero detalló: “El impuesto a las compras en el extranjero es del 30%. Tiene una lógica solidaria y contributiva. Los argentinos que tengan la posibilidad de viajar al extranjero y hacer sus compras con las tarjetas, esas compras después se pagan con dólares del Banco Central. Esos dólares los tenemos que cuidar mucho”.
Luego destacó que la medida tendrá un impacto positivo para el turismo local, que genera empleo, y añadió: “No ponemos ninguna restricción para los que puedan viajar, lo hagan y disfruten. Necesitamos recaudar de alguna manera esa diferencia entre el gasto de tarjeta de crédito y después se paga en pesos aquí y los dólares terminan saliendo del Banco Central”.
El funcionario también aclaró que el recargo será para todos los consumos que tengan un valor fijado en dólares, más allá de que ser realicen dentro o fuera del país y que en el resumen de la tarjeta de crédito aparezcan convertidos en pesos. Esto incluye servicios online o compras en sitios de comercio electrónico. ″Si se paga en dólares, si se paga afuera, eso después en la tarjeta de crédito uno lo tiene en pesos, con la conversión a pesos. Cualquiera de esas compras va a tener un 30%».
Durante 2016, por ejemplo, la balanza turística marcó un déficit de 8.500 millones de dólares. En 2017, con un atraso cambiario más marcado, el déficit pasó a los 10.600 millones. En 2018, pese a la fuerte devaluación, el rojo fue de 8.000 millones de dólares. Y en lo que va de 2019 se llegó a los 5.000 millones de dólares de déficit.
Hoy el Banco Central atesora reservas totales por aproximadamente 44.000 millones de dólares, por lo que se enfrenta a un severo problema de reservas que exige frenar la salida de divisas por todas las vías posibles.
