El Gobierno, con Santiago Cafiero, Matías Lammens y Ginés González García, apura las conversaciones para que el fútbol de Primera División retorne a la competencia a fines de octubre, en un torneo que defina los clasificados que restan para las copas internacionales. Incluso, este certamen se jugaría en fechas FIFA y hasta en las fiestas de diciembre.
Dirigentes de distintos clubes de la máxima categoría le reconocieron a IP que las charlas para el retorno están avanzadas y valoran el cumplimientos de los protocolos en estas semanas de amistosos. «Los planteles necesitan un horizonte y la TV presiona», reconocen los representantes.
Lammens por lo pronto alimenta el deseo públicamente y ya pone una fecha (fines de octubre) aunque también advierte que la situación sanitaria del interior del país es compleja. “Hemos avanzado en la vuelta del fútbol con la Copa Libertadores, ya la Selección Argentina jugó en cancha de Boca, y vamos a avanzar en una primera etapa en la vuelta al fútbol profesional”, apuntó.
“Nosotros tenemos la voluntad que de a poco y gradualmente empiecen a volver todas las actividades, incluso deportes grupales también”, continuó.
Lammens consideró además que “hay que entender que las condiciones en términos de cumplimientos de protocolos y demás están mucho mejor dadas en los clubes de primera división que en resto de las categorías, por condiciones de infraestructura, de recursos económicos”.
“Vamos a trabajar para que gradualmente todos puedan volver, pero el puntapié inicial lo va a dar la Primera División”, cerró el ministro. La Copa Argentina, aseguran los dirigentes, verá acción en el mes de noviembre.
Estas palabras no cayeron bien en el ascenso nacional, que hace varios días comenzó a entrenar, juega amistosos y necesita un torneo para oxigenar cuentas, ante las enormes deudas que existen. De hecho, muchísimos clubes dejaron libres a planteles enteros, como San Martín de Tucumán el pasado 18 de julio, ante la poca certeza de un regreso.
En esa línea también se encuentran los conjuntos que participan de las ligas del interior federadas y de los torneos regionales: ni siquiera cuentan con autorización para volver a entrenar con protocolo y su situación económica «es más que crítica».
De hecho, Crucero del Norte envío una misiva a la AFA para “no participar de la finalización del Torneo Federal A 2020, que se vio suspendido por la pandemia (de coronavirus) en marzo pasado y cuyo desarrollo continuará en semanas venideras”.
«A la delicada situación económica por el retiro de sponsors y la imposibilidad de recaudar en los últimos meses por la ausencia de competencia, se suma el acuerdo a que arribó el club Crucero del Norte de ceder todas sus instalaciones al Ministerio de Salud de la provincia de Misiones, para ocupar el sector de cabañas y otros espacios como ‘Hotel-Salud’”, explicó el escrito.
Para calmar las aguas, desde la AFA manifestaron que el fútbol federal tendría luz verde para la segunda quincena de noviembre y que aquellas instituciones que no puedan jugar «no tendrán prejuicio económico ni deportivo alguno».
