La titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso, será denunciada penalmente luego de admitir públicamente que bajo su dirección la entidad no se presenta en causas que involucren a funcionarios de Cambiemos. Se la acusa de los presuntos delitos de incumplimiento de los deberes de funcionaria pública y abuso de autoridad.
Alonso justificó sus dicho alegando que no impulsa la presentación de la OA como querellante en las irregularidades de integrantes del Gobierno actual para que no la acusen de parcialidad. Pero sí impulsa consecuentemente la presentación en causas contra funcionarios del gobierno kirchnerismo.
“Dado que he recibido acusaciones personales durante mucho tiempo respecto de parcialidad o falta de imparcialidad, y por la falta de recursos humanos que también tenemos, en este momento no estamos querellando en ninguna de esas causas”, asumió. Y luego añadió: “Porque para que me acusen de encubridora en las causas y de ir a embarrar causas contra la corrupción, que las lleven adelante los fiscales y los jueces. Y esa es la decisión que despeja cualquier tipo de sospecha o duda sobre la actuación que podamos tener sobre funcionarios del actual Gobierno”.
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Al estallar el escándalo, Alonso intentó aclarar sus dichos, contradiciendo las afirmaciones anteriores: “Falso de toda falsedad. La OA ha abierto investigaciones, denunció e hizo aportes significativos en causas judiciales contra actuales funcionarios. Pero les gusta comentar el comentario recortado y no ir a los datos. Así mienten, engañan y confunden”.
Los cuestionamientos a Alonso comenzaron desde el mismo momento de su designación, ya que no es abogada (título que era requisito para ocupar el cargo). Una de sus primeras acciones al frente de la OA fue salir a defender al presidente Mauricio Macri en la investigación sobre los Panamá Papers, cuando aseguró casi sin datos sobre la causa, que la tenencia de las cuentas en paraísos fiscales “No constituye ningún delito en sí mismo”.
Las denuncias serán presentadas por la diputada Gabriela Cerruti y los abogados Gregorio Dalbón y Maximiliano Rusconi, en forma separada. Numerosos juristas remarcaron que el argumento de Alonso va explícitamente contra las funciones que debe cumplir.
Mientras prepara su denuncia, Cerruti manifestó: “La esencia de la Oficina Anticorrupción es justamente ser querellante cuando se detectan delitos contra la Administración Pública. ¿En qué se beneficia el Estado con una enamorada del presidente a cargo de este importante sector?”.
