Tras el decreto del Gobierno que habilita al ministerio de Transporte, que conduce Guillermo Dietrich, a “clausurar ramales ferroviarios en forma definitiva y proceder al levantamiento de las vías y demás instalaciones ferroviarias” (según considere necesario), la Cámara de Diputados citó al funcionario para que brinde explicaciones.
Sin embargo, Dietrich no acudió a los dos llamados que realizó el Parlamento por «problemas de agenda» y solo atinó a enviar un informe en el que detalla que «el Gobierno «no tiene planificado cerrar ningún ramal ni ningún tren».
Agregó asimismo que «el traspaso de facultades que eran del presidente al ministro de Transporte es una decisión administrativa que busca agilizar soluciones que la sociedad necesita», ya que «estas medidas apuntan a recuperar espacios que hoy están abandonados, que desmejoran el entorno y la vida de los que allí viven».
«Abrir una calle bloqueada por una vía abandonada o extender una plaza demoraba debido al proceso legal que supone la instrumentación de un decreto», expresó. Dado que «muchos asentamientos informales que se están urbanizando en todo el país se encuentran en terrenos ferroviarios», este decreto «permitirá al Ministerio de Transporte agilizar los procesos a la hora de formalizar el nuevo uso de esas tierras e integrar a estas comunidades al ejido urbano», indicó el ministro en el documento.
