Diputados de JxC y cámaras empresarias rechazaron el proyecto de Ley de Envases en audiencia pública

Este miércoiles la oposición de Juntos por el Cambio (JxC) llevó adelante una audiencia pública contra el avance legislativo de la Ley de Envases con Inclusión social, cuyo proyecto obtuvo dictamen de comisión esta semana. Participaron de la misma dirigentes opositores, economistas y cámaras empresarias de todo el país que se oponen a la iniciativa.

La audiencia fue organizada y convocada por el legislador PRO Luciano Laspina, vicepresidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja, y estaruvo encabezada por los jefes de bloque del espacio opositor, Mario Negri (UCR), Juan Manuel López (Coalición Cívica) y Cristian Ritondo (Pro), además del presidente de la UCR, Alfredo Cornejo.

De la reunión que se realizó en Diputados, que se pudo seguir en vivo por Zoom, también participó el economista Fausto Spotorno, quien realizó un cálculo de lo que podría implicar la norma a nivel fiscal, proyectando que la recaudación podría superar los 426 mil millones de pesos, estimando también un impacto sobre la inflación de «3% sobre el total, no sobre estos productos, mientras que sería de 4,3% en los productos afectados».

«El Congreso tiene que asumir el rol histórico de los Parlamentos, decidir en que se gasta y a quien se le cobra y desde la Coalición Cívica siempre tuvimos claro que nuestro país no soporta un sólo impuesto más», sostuvo López.

Previamente, Negri desde su cuenta de Twitter había definido: “No votaremos la creación de un impuesto disfrazado que afectará a los consumidores. Pretenden llevarse recursos para que un grupo de funcionarios los distribuyan discrecionalmente. JxC tiene un dictamen de minoría que vamos a defender”.

El proyecto de ley del oficialismo, que es avalado e impulsado por el ministro de Ambiente Juan Cabandié y por distintas organizaciones de cartoneros y recicladores, propone establecer una tasa de hasta el 3% para los productos envasados cuya recaudación se destine a la gestión integral y reciclaje de los envases, con el objetivo de amortiguar su impacto ambiental. Desde la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) ya calificaron la iniciativa como una “propuesta anacrónica”.

Desde el oficialismo desmienten las denuncias opositoras y aclaran que no se trata de la creación de un nuevo impuesto sino que el proyecto establece una tasa ambiental que tendrán que pagar aquellas industrias que no se hagan responsables por la gestión de los residuos de sus productos que puedan implicar un impacto ambiental, basándose en el criterio de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) que obliga a cada industria a hacerse responsable económicamente de su producto en todas las etapas, desde el diseño del envase hasta su disposición final.

Organizaciones de cartoneros y recicladores aseguran que el proyecto de ley “incentiva a las empresas a fabricar envases más amigables con el ambiente” y añaden que la incorporación de la tasa ambiental “busca desalentar y reducir los componentes más dañinos para el ambiente y premiar aquellos envases que tengan mejores características de reciclabilidad, incidencia ambiental, ecodiseño y que incorporen materiales reciclados en su composición”. Este sistema, explican, ya se usa en varios países del mundo. Según el proyecto, la recaudación de esta tasa irá a la creación de un fideicomiso administrado por la banca pública para fortalecer los sistemas públicos de gestión de envases y promover la inclusión de los recicladores.

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Contra la propuesta de “autorregulación” que proponen las empresas, desde la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCYR) remarcan que “la experiencia internacional muestra el fracaso de la autorregulación de los productores y de facultar a las empresas para que se supervisen a sí mismas a través de sistemas de gestión propios”. “Hoy en día, los productores son “free riders” o “polizones”, ya que se benefician por la colocación de envases en el mercado sin hacerse cargo del costo de gestión y externalizan los costos, que lo terminan pagando los recuperadores con su trabajo informal y el conjunto de la sociedad con contaminación ambiental, lo que afecta a generaciones futuras”, insisten.

Nuestro país hoy produce unas 50 mil toneladas de residuos diarias que terminan en basurales a cielo abierto, rellenos sanitarios, ríos o en el mar, generando un grave perjuicio ambiental y en muchos casos derivando en problemas sanitarios para la comunidad. Buena parte de esos residuos son envases post consumo. “Hoy, los únicos que evitan que el sistema colapse son los 150 mil cartoneros y cartoneras que recuperan el material reciclable, trabajando muchas veces en pésimas condiciones”, concluyeron desde la FACCYR.

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