El albertismo choca contra Cristina por la reforma del sistema de salud

La posibilidad de encarar cambios radicales en el sistema de salud, impulsados por Cristina Kirchner, genera una interna en el Frente de Todos, entre el albertismo, reacio a modificaciones, y el kirchnerismo.

Desde el sector alineado al Presidente ya emitieron señales contundentes para dar cuenta que el sistema no se debe tocar. Uno de los que habló fue el titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, Eugenio Zanarini; otro, el el rector de la Universidad ISalud, Rubén Torres. Ambos responden directamente a Ginés González García, el ministro de Salud.

Para Zanarini, «un sistema integrado único de salud es inviable» y dijo que «en la Constitución nuestra y en las 24 constituciones provinciales la salud es una obligación y no es delegada a la Nación, es de cada provincia. Si vos querés hacer un sistema único, integral, tenés que modificar todas las constituciones».

Asimismo, analizó que «estamos en la Argentina no somos España saliendo del franquismo, no somos Inglaterra, vos tenés los intereses privados, los intereses sindicales, el PAMI y el funcionamiento del PAMI que son 11 mil empleados, que tenés ahí adentro con 4 o 5 gremios y los beneficiarios».

Mientras que Torres, director de un instituto educativo que fundó González García, mencionó que «la vicepresidenta sacó a la luz la idea de una posible reforma, pero ella y su marido gobernaron 12 años y nunca intentaron modificar el sistema de salud. Lo ignoraron» y aseguró: «Quien trae el tema es una persona que hizo poco o nada por el sistema de salud», remató.

Con respecto a los gremios, también manifestaron su preocupación por el lugar que ocuparían las obras sociales sindicales en ese eventual nuevo esquema que imagina la titular del Senado. El de las obras sociales viene siendo un punto de reclamos constante desde los sindicatos, que plantean la crítica situación que atraviesan, especialmente después de nueve meses de epidemia.

Algunos colectivos gremiales temen una experiencia similar a la vivida en 2012, cuando la entonces presidenta designó a Liliana Korenfeld (una funcionaria muy cercana a ella desde el gobierno de Santa Cruz) al frente de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) desde donde se utilizaron los fondos correspondientes a las distintas obras sociales sindicales como una herramienta más de negociación y alineación de los sindicatos.

Los gremios temen una reestructuración que afecte a las obras sociales

Cabe recordar que en el cierre del VII Encuentro Nacional de la Salud organizado por el espacio Soberanía Sanitaria que preside el viceministro de salud bonaerense Nicolás Kreplak, la vicepresidenta sostuvo la necesidad de ir hacia “un sistema nacional integrado de salud entre lo público, lo privado y las obras sociales, que optimice recursos”.

Y agregó: “La pandemia nos dio la oportunidad de reformular el sistema de salud en tiempo récord, pero es necesario hacer un esfuerzo diferente”. El día anterior, en el marco del acto en el Estadio Único de La Plata por el año de gestión del gobernador Axel Kicillof, había anticipado: “Creo que los dos desafíos más grandes que vamos a tener en este año que empieza, además de un formidable plan de vacunación, es repensar todo el sistema de salud en la República Argentina”

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