La causa que investiga posibles pagos de coimas para obtener licitaciones de obras públicas, derivada de los cuadernos del chofer arrepentido Oscar Centeno, vino a complicar el financiamiento para las obras licitadas a través del sistema PPP (Participación Público Privada). Desde el Gobierno nacional se advirtió que si no comienzan con las obras durante el mes en curso se les podrían ejecutar las garantías presentadas.
Después del escándalo de denuncias de corrupción, los bancos se resisten a financiar a las empresas denunciadas en los cuadernos y las constructoras afirman que sin financiamiento no pueden comenzar las obras. El Gobierno ahora intenta romper el círculo vicioso amenazando a las con tomar acciones si las demoras persisten intimando a que las empresas inicien los trabajos con “caja propia” si fuera necesario.
El ministro de Transporte Guillermo Dietrich es quien tiene en su órbita la mayor cantidad de iniciativas PPP (seis grandes corredores viales licitados y adjudicados, en un plan de 8 mil millones de dólares y 3300 km de rutas nacionales). Los contratos con las constructoras se firmaron días antes del estallido del caso de los cuadernos. Si bien las ganadoras no están directamente involucradas, algunas aparecen indirectamente en los cuadernos, lo que para los bancos se traduce en un “riesgo reputacional” que complicó el crédito.
Mientras avanzan las presiones sobre las compañías, desde el gobierno se acelera el proyecto de fideicomiso de asistencia financiera para actuar como “garante” entre las empresas y el sector financiero. El proyecto apunta a distinguir a los ejecutivos que hubieran reconocido el pago de coimas de sus empresas, lo que contradice el espíritu de la ley de responsabilidad penal empresaria.
Los proyectos PPP son fundamentales para el oficialismo para poder cumplir con el Presupuesto de “déficit cero” comprometido con el FMI, que implica un fuerte recorte en múltiples áreas, particularmente un notable retiro estatal del financiamiento de obra pública, que delega a manos privadas.
