El secretario de Trabajo, Julio Cordero, se sentará cara a cara con los líderes de la CGT este martes 15 de julio, en un encuentro que marca un punto clave en la relación entre el Gobierno de Javier Milei y el sindicalismo argentino.
Cordero adelantó que pondrá “todos los temas arriba de la mesa” , como la cuestión de las obras sociales, las elecciones de los sindicatos y el Impuesto a las Ganancias.
“Hay intenciones de poner en marcha el diálogo y hay intenciones de empezar un trabajo común, están dadas las circunstancias propicias”, aseguró el secretario de Trabajo, que viene de siete meses de confrontamientos, iniciados con el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, con la central obrera.
Cordero, apoyado en los resultados del balotaje para argumentar que se trata de “reclamos de la sociedad”, apuntó que desde el Gobierno pretenden “ir hacia una verdadera democratización de las elecciones sindicales” al considerar que “tiene que haber procesos sanos, más transparentes y más genuinos”.
El secretario de Trabajo anticipó que desde la cartera no quieren transformar el encuentro con la CGT en un “diálogo de condicionamientos políticos”, sino de un encuentro técnico en el que el sindicato tenga protagonismo en el tema.
“El sindicalismo tiene un enorme poder y ha tenido una fuerte victoria de gestión en cada uno de los puntos que se fueron tratando, por eso no es que vendrán a una mesa de diálogo debilitados”, anticipó Cordero, que señaló que le pedirá a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para que sea “garante” del diálogo en el encuentro con la CGT.
De esta forma, el secretario de Trabajo dijo que “para que haya un trabajo” se necesita que haya “otra persona que quiera contratar”, por lo que aseguró que el interés del Gobierno es “dar seguridad jurídica a los empleadores para que se sientan cómodos en contratar”.
Por ese motivo, Cordero señaló que, junto a las medidas económicas que llevan adelante el presidente de la Nación, Javier Milei, y el ministro de Economía, Luis Caputo, la cartera laboral espera que la Ley Bases “genere la seguridad jurídica y la confianza suficientes para que se produzca más desde las pymes o las empresas grandes”.