El llamado “Programa Empalme” fue una iniciativa presentada en mayor por el Gobierno con el objetivo de “reconvertir” planes sociales en empleo genuino, concediendo beneficios a las empresas que emplearan a sus beneficiarios. Sin embargo, los resultados no son los esperados y a cuatro meses de su lanzamiento se aplicó en apenas seis mil casos.
El programa fue presentado por el propio presidente Mauricio Macri en el famoso acto del Día del Trabajador de este año, en el que compartió escenario con el fallecido dirigente gremial Gerónimo Venegas y buena parte del Gabinete, y apuntaba a reconvertir aproximadamente 400 mil planes sociales en empleos genuinos y en blanco. Para ello se proponían una serie de incentivos a las empresas que decidieran incorporar a beneficiarios de planes sociales de los ministerios de Trabajo y Desarrollo Social. Los trabajadores podían ingresar al sector privado bajo los parámetros del Programa de Inserción Laboral (PIL) pero seguirían recibiendo las prestaciones del plan durante dos años, como parte de su salario. Así, los empleadores recibían un subsidio estatal sobre el salario a pagar, del que podían descantar el monto del beneficio social. En el caso de los planes Argentina Trabaja, por ejemplo, el Estado asume el pago de 4030 pesos del salario del trabajador incorporado durante dos años.
Pero el ambicioso plan, anunciado con bombos y platillos, no parece estar dando los resultados esperados, así como tampoco lo registró en su momento el anunciado plan de Primer Empleo que intentó aplicarse a través de pasantías en Mc Donald´s y finalmente debió ser levantado por diversos cuestionamientos gremiales. Según informa Mariano Martín en una nota de Ámbito Financiero, de acuerdo a registros internos en agosto se incorporarían apenas 78 trabajadores al sistema. El Ministerio de Trabajo, que contabiliza las incorporaciones previas que pasaron de subsidio a empleo, registra 6.814 casos, pero debe reconocer que aún ese número está lejísimos del objetivo planteado originalmente.
