El Concejo Deliberante de Pinamar vivió días turbulentos ya que uno de sus integrantes, Claudio Galarza, del Frente para la Victoria, fue denunciado por presunto abuso sexual. Inmediatamente, y con apoyo de organizaciones de derechos humanos, Cambiemos intentó expulsar al legislador acusado del Parlamento.
Sin embargo, el Frente Renovador y el FpV decidieron proteger a Galarza y no permitieron su remoción, en el contexto de la discusión del presupuesto municipal. Tanto el massismo como el kirchnerismo no acompañaron la iniciativa oficial y Galarza terminó cumpliendo un rol clave porque, si finalizaba expulsado, asumía en su lugar Nora Ponce, una edil que no iba a avalar cambios. “Ell no acompañaría un presupuesto menor porque sabe lo que es un recorte”, expresaron desde el oficialismo.
La oposición, de esta manera, no solo logró frenar el presupuesto propuesto por Martín Yeza sino que además pudo establecer una reducción de los gastos públicos por 90 millones, lo que generó críticas desde el sindicato de empleados municipales. Sin ese dinero disponible, argumenta el gremio, peligran centenares de puestos de trabajo en la comuna.
