Darío Nieto, ex secretario privado del ex presidente Mauricio Macri, intenta evitar la concurrencia a prestar declaración indagatoria el próximo martes ante el juzgado federal de Lomas de Zamora, que investiga una serie de operaciones de espionaje ilegal de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), recusando al juez Juan Pablo Augé y a los fiscales de la causa por presunta falta de imparcialidad.
Esta semana Nieto presentó un escrito ante el juez Augé pidiendo que se separe de la causa a los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide, los responsables de solicitar su indagatoria, por considerar que los guía un “ánimo persecutorio” que los lleva a formular acusaciones rídiculas en su contra. “Todo esto genera, indudablemente, un fundado temor de falta de objetividad que debe evitarse apartándose de la causa a los Doctores Incardona y Eyherabide, dado que eso es lo que garantiza la vigencia plena del debido proceso que se encuentra consagrado por la Constitución Nacional”, detalla. Curiosamente, también recusó al propio magistrado, en lo que se puede leer como un intento desesperado de postergar la indagatoria de la próxima semana.
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Según los fiscales, Nieto podría haber actuado como nexo entre los informes de inteligencia ilegales que elaboraban algunos agentes de la AFI durante la gestión de Cambiemos, con Gustavo Arribas y Silvia Majdalani como jefes de la central de inteligencia, y el ex presidente Macri. Uno de los elementos clave en la causa es el teléfono de Nieto que fue secuestrado en el allanamiento ordenado por el entonces magistrado del caso Federico Villena. Allí se encontraron, pese al intento de Nieto de borrarlos, numerosos mensajes y documentos relevantes para la investigación. Hoy el secretario del ex presidente intenta tumbar esas pruebas afirmando que el teléfono fue alterado durante la custodia judicial.
Uno de los elementos centrales para la causa es la confirmación del vínculo con la coordinadora de Documentación Presidencial Susana Martinengo, quien habría sido la responsable de recibir los informes de los agentes de inteligencia en su propia oficina de la Casa Rosada, para luego hacérselos llegar a Macri (con quien tiene relación ya desde sus épocas como funcionaria en la Ciudad) por intermedio de Nieto.
La otra estrategia de Nieto para evitar declarar ante Augé fue el intento de que la investigación pase a los tribunales de Comodoro Py, ante los cuales se presentó el pasado 26 de agosto (una semana después de que los fiscales pidieran su indagatoria) para solicitar que reclamen la causa, pedido que fue rechazado por la jueza María Eugenia Capuchetti por lo que en breve deberá definir la Cámara Federal porteña. Llamativamente, también algunas víctimas del espionaje ilegal de la AFI pidieron el pase a Comodoro Py: el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, su vicejefe Diego Santilli y la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.