Evo Morales, presidente de Bolivia, negó las acusaciones de fraude con las que insiste la oposición y aseveró que fue reelecto en primera vuelta, obteniendo el 47,07 % de los votos, frente al 36,51 % de Mesa.
En conferencia de prensa, el mandatario dejó en claro que “ganamos con más del 10 por ciento, es constitucional” y que la oposición «desconoce el voto indígena». Consultado por las dudas que exhibió la OEA sobre el proceso electoral, Morales fustigó: “¿Qué clase de organismo internacional es?”.
A la oposición la definió como la “coordinadora por el fraude”, y se preguntó si “es delito ganar”. Y agregó que si es necesario se podría realizar nuevamente la elección. “No tengo ningún problema”, manifestó aunque recalcó que su victoria se dio en primera vuelta, ya que, como prevé la constitución, logró alcanzar el 40 % de los sufragios con 10 puntos de ventaja sobre el segundo.
La oposición, liderada por Carlos Mesa, no acuerda con el jefe de Estado y denunció fraude mientras sus militantes mantuvieron enfrentamientos con la policía en regiones como Santa Cruz y Cochabamba. A su vez, habrá manifestaciones en La Paz, sede del Gobierno y del Legislativo, para mostrar el rechazo a los resultados.
Por otro lado, Mesa recibió respaldos por parte de de la OEA, la Unión Europea (UE) y los Gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos en su pedido de que la elección se realice nuevamente aunque posee mínimas chances de prosperar en la Justicia.