A lo largo de la semana pasada, como en noviembre del año pasado, un grupo de trabajadores de hospitales y salas municipales de La Matanza, provincia de Buenos Aires, comenzaron a realizar una serie de asambleas y “ruidazos” para visibilizar que su salario está congelado y ya es de indigencia. Y prometen continuar de esta manera sino hay cambios, sin el aval del sindicato y ante un Fernando Espinoza que decidió darles la espalda.
A lo largo de los últimos días, los trabajadores, muchos autoconvocados, sin pertenencia sindical, organizaron asambleas informando a los pacientes la grave situación ante “la falta de recursos, insumos y el magro salario, que implica que muchas trabajadoras de salud ni siquiera puedan cargar la SUBE para ir a trabajar”, denunciaron.
También le pegaron al gremio: “Ante un sindicato que no da respuesta y no convocó ninguna medida de lucha, estalló la bronca porque acordó con Espinoza a espalda de los trabajadores un aumento en cuotas, que no es lo que se reclama”. Acusaron a los funcionarios de “aprietes y amenazas” y encararon el jueves último una concentración en la puerta del Hospital Policlínico General para movilizarse al Municipio, para defender a la salud pública.
La movilización de los empleados autoconvocados apareció en consonancia con las movilizaciones y protestas en apoyo de los jubilados, que viene sucediendo en Plaza Congreso estas últimas semanas donde miles de personas se movilizaron para apoyar a los jubilados, contra la represión y el acuerdo con el FMI.
“Queda claro que el gobierno de Milei no está solo, sino que cuenta con los votos en el Congreso de macristas, radicales, de la Coalición Cívica y de los peronistas con peluca. Entre los trabajadores de salud, desconociendo los aprietes, son muchos los que toman la movilización y la calle como medio para hacerse escuchar”, dicen desde el lado de los municipales que confían en visibilizar la situación y que el intendente, Fernando Espinoza, los escuche.
“El apoyo de los trabajadores es total” explicó Andrea, trabajadora del Policlínico Central. “Transformamos la bronca en lucha, vamos a continuar hasta que el ejecutivo escuche a las bases y que el sindicato lleve una propuesta que sea acorde a la recomposición salarial nuestra”.
