El ministro de Salud bonaerense Daniel Gollán explicó que los números de contagios de las últimas semanas comenzaron a reflejar un resultado positivo de las medidas de lucha contra la epidemia de coronavirus y anticipó que a partir del próximo lunes se tomarán medidas de relajamiento de la cuarentena más rigurosa, sumando actividades semanalmente, de acuerdo a la evaluación del proceso.
“Todos los movimientos los haremos con mucho cuidado, de manera que a los siete u ocho días transcurridos (después del 17 de julio) nos sentaremos a analizar en qué situación estamos y, si todo va bien, soltaremos más actividades. La Ciudad seguirá el mismo criterio, la apertura será con mucha cautela. Tenemos que pensar en el cansancio de la gente y en que la enorme cantidad del pueblo argentino se ha portado muy bien”, detalló.
El sanitarista puntualizó que “recién ahora estamos pudiendo analizar el impacto de las medidas que se tomaron hace dos semanas”, por el período de incubación de 14 días, y afirmó que “los números comienzan a reflejar lo que buscamos: existe una disminución considerable en la movilización de la gente y, en efecto, una menor velocidad de propagación del virus y las infecciones que causa. Se produjo una desaceleración importante del crecimiento de la curva”.
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En este sentido, aclaró que no es que haya menos casos a nivel global sino que se confirmó un “enlentecimiento” de la curva de contagios. Y añadió: “También ha bajado la tasa de utilización de camas de terapia intensiva. Respecto de la experiencia en otros países, advertíamos al inicio que entre un 3 y un 5% de los infectados requerían de estos cuidados; en cambio, en el presente, estamos viendo que esa cifra es menor. Ello implica un rediseño de la estrategia. Al ritmo actual de crecimiento, se retardaría el colapso, escenario que queremos evitar desde que todo comenzó en marzo. Este es un punto positivo, al igual que estamos observando un descenso muy fuerte de la tasa de letalidad que hoy se estacionó en 1.66%”.
Gollán consideró que esta cifra constituye “un indicador indirecto pero importante” que muestra que aunque no se esté testeando a la mayoría de la población, como sucede en todo el mundo, “no nos estamos perdiendo muchos casos sin confirmar”. “Los que fallecen, desafortunadamente, constituyen un número irrefutable; por ello, si la tasa de letalidad subiese indicaría que nos estamos perdiendo muchos casos y no está ocurriendo”, agregó.
Respecto de las tácticas específicas que está aplicando la provincia de Buenos Aires en la lucha contra la epidemia, detalló: “Hemos aumentado el testeo general a través de técnica PCR: en los últimos 15 días pasamos de 2500 a 5500. Tenemos el objetivo de agregar 2 mil más en las próximas dos semanas y así llegar a las 7 mil personas que serán testeadas bajo esa modalidad. Estamos a la espera de otros test desarrollados por Institutos del Conicet y las universidades del conurbano que ya se están aplicando y cuya producción está levantando vuelo”. En cuando a estos tests, como el Neokit (desarrollado por el Instituto Milstein) y Ela Chemstrip (de la Universidad Nacional de Quilmes y Universidad Nacional de San Martín), aseguró que “son muy buenos porque no requieren del uso de tecnología tan compleja como los termocicladores ni aparatología tan compleja”.
Además de los testeos, destacó la importancia de reforzar el rastreo de casos y aseguró que en Buenos Aires “por cada individuo que se aísla, se evita la infección de entre cinco y veinte personas. Como no es posible la supresión del patógeno (en un conglomerado de 16 millones de habitantes) apuntamos a la mitigación”.