Este viernes se confirmó la renuncia del primer ministro de Francia Edouard Philippe, respondiendo a un proyecto de reorganización de la primera línea de Gobierno que impulsa el presidente Emmanuel Macron para afrontar sus dos últimos años de mandato, en un contexto de fuerte recesión económica por el impacto de la epidemia de coronavirus. Lo reemplazará el conservador Jean Castex, responsable de coordinar la estrategia de reapertura económica del país tras la cuarentena.
Según trascendió, en una reunión llevada adelante este jueves “el presidente de la república y el primer ministro se pusieron de acuerdo en la necesidad de formar un nuevo gobierno para encarnar una nueva etapa del quinquenio, un nuevo camino”. La reorganización del Gobierno francés aparece también como respuesta al fuerte crecimiento del Partido Verde (ecologista y de izquierda) en las elecciones municipales, donde la agrupación de Macron fue derrotada en las principales ciudades del país.
Se espera que la renuncia de Philippe sea seguida por la de muchos actuales integrantes del gobierno, en una reorganización ministerial que, según anticipó el propio Macron, busca comenzar a transitar un “nuevo camino” de reconstrucción de la economía francesa tras el fuerte impacto social y productivo de la epidemia.
El gobierno de Macron ya debió atravesar fuertes impugnaciones, siendo la de mayor trascendencia internacional la de los chalecos amarillos, que comenzando por la objeción a una polémica reforma previsional llevaron adelante un duro cuestionamiento a las políticas globales del gobierno francés, identificado como un gobierno que buscaba defender los márgenes de ganancia de las grandes empresas sin importar el impacto social de sus medidas. Según una reciente estimación del Banco de Francia, el país podría cerrar este año con un desempleo cercano al 10%, que podría crecer hasta 11,5% a mediados del año próximo.