Interna FdT: Kicillof toma partido

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dio algunos índices sobre su posicionamiento dentro de la interna del oficialismo. Hace pocos días cuando se profundizaba la tensión dentro del FdT por la votación del acuerdo con Fondo Monetario Internacional (FMI), el dirigente bonaerense buscaba tomar distancia, pero la marcha, junto a Máximo Kirchner, por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia terminó de definir hacia el afuera cuál es el lugar político que ocupa.

La movilización del último 24 de marzo dejó varias fotos. Una de ellas tuvo como protagonista al gobernador bonaerense Axel Kicillof con el diputado nacional, presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. Abrazados y sonrientes. Kicillof además hizo los 13 kilómetros que separan el edificio de la ex Esma, hoy espacio de la memoria, de Plaza de Mayo junto a la columna de La Cámpora y el peronismo K. Su presencia fue confirmada con algunos días de antelación cuando se fue definiendo la logística de la reunión.

Si bien el gobernador y ex ministro de Economía, le había dicho al actual ministro de Economía, Martín Guzmán que era necesario revisar la estrategia de negociación con el FMI, una vez anunciado el preacuerdo por Fernández, fue uno de los pocos dirigentes kirchneristas que se pronunció al respecto y respaldó la decisión. De esta manera, aseguró que el plan que daba a conocer Alberto Fernández evitaba una catástrofe y cargó las tintas sobre lo que había sido la gestión de Cambiemos. Hasta ese entonces ni La Cámpora ni la ex presidenta se habían pronunciado.

Alberto volvió a hablar de la inflación: «Es nuestro mayor problema»

Lo cierto es que el gobernador bonaerense nunca dejó de hablar y reunirse con la vicepresidenta y figura electoral central de la alianza de gobierno. De algunas reuniones también participa el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner con lo cual el distanciamiento entre ambos viene en baja, aunque en algunos temas hay distintas perspectivas.

Mientras tanto, la relación con Alberto Fernández sigue en plan de administración y gestión. “Cristina es la conductora. Con Alberto es una relación de necesidad”, dicen fuentes cercanas al mandatario provincial. Lo dijo indirectamente el propio Kicillof durante la marcha del 24 de marzo, donde mostró una línea discursiva bien parecida a la de la vicepresidenta: “El problema es siempre y permanentemente correr la frontera de lo posible más allá de lo que dicen los diarios, los poderes dominantes, la voz de la sensatez… porque si no estamos liquidados”, remarcó. A su derecha aplaudía la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.

“Hoy que estamos en otra crisis, hay que pensar en los nuestros, pensar para qué llegamos al gobierno en el 2019 y no es para permanecer, ni para seguir ni para no molestar. Es para darle de comer a la gente, es para darle trabajo a la gente, al que no le interesa pelear con nadie que sepa que no lo necesitamos, hay que dar todas las peleas”, terminó blanqueando.

Un rato más tarde, su ministro de Desarrollo de la Comunidad y secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, planteaba que el presidente Fernández había sido el jefe de campaña de un espacio que sacó el 4% en las elecciones de 2017 en la provincia de Buenos Aires, que Cristina Kirchner lo había convocado para ser parte del Frente de Todos y que ese sector, el cristinismo, no podía irse de un lugar que les pertenece. Por momentos, en La Plata quisieran más firmeza en las decisiones nacionales y cada vez que asoma el tema de recursos, recuerdan la brecha distributiva que atraviesa la provincia en materia de coparticipación. En lo que hace a los fondos, la mirada es compartida entre la Casa Rosada y la gobernación bonaerense.

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