Juan Manuel Valdés, legislador porteño del bloque del Frente de Todos, volvió a criticar el proyecto de ley, aprobado en primera lectura por el Parlamento de la Ciudad, que habilita la construcción de edificios en la Costanera.
Ante Informe Político, el diputado asegura que «los porteños y porteñas merecen que prioricemos el verde en vez del negocio inmobiliario» y que la iniciativa «busca separar aún más a los vecinos y vecinas de la Ciudad de Buenos Aires con la posibilidad de acceder al disfrute del río».
-¿En qué perjudica este proyecto a los porteños?
-El proyecto del ejecutivo porteño busca separar aún más a los vecinos y vecinas de la Ciudad de Buenos Aires con la posibilidad de acceder al disfrute del río. Habitamos una ciudad que tiene tan solo 5 metros cuadrados de espacios verdes por habitante. La OMS recomienda entre 15 y 20, incluso presenté un proyecto de Ley para crear el Fondo Verde y triplicar los espacios de esparcimiento con los que contamos. Estas situaciones solo demuestran que las prioridades que tenemos con la ciudadanía son distintas. Nos oponemos a la privatización del río, creemos que los porteños y porteñas merecen que prioricemos el verde en vez del negocio inmobiliario. El fin de la concesión de Costa Salguero y Punta Carrasco es una gran oportunidad para replantear la relación de la ciudad con su río y recuperar espacios perdidos por malas decisiones del pasado. Lamentablemente estamos reemplazando malas decisiones por peores.
-¿Qué va a pasar con la altura de los edificios que se podrán construir?
-El proyecto plantea la construcción de edificios con una altura de hasta 29 metros, sin contemplar la ampliación que se está haciendo de la pista de Aeroparque, la obra más grande de su historia. En una Ciudad que sufrió la tragedia de LAPA no debería jugar con una construcción como la que se plantea en esa zona. Esperamos que los legisladores que votaron de la primera reflexionen y podamos parar este emprendimiento.
Quienes compren a alto valor departamentos para vivir allí van a tener aviones sobrevolando cada cinco minutos. El palomar es un ejemplo de esta situación, los vecinos y vecinas desde un primer momento se opusieron a que se opere de manera comercial ahí, sus vidas se vieron afectadas, incluso causándoles enfermedades.
-¿Era necesario encarar esta iniciativa en estos momentos?
El macrismo tiene una contradicción muy grande: en el Congreso Nacional se niegan a sesionar a distancia, pero en la Legislatura cuando hay que vender tierras no tienen problema para realizar hasta las audiencias públicas de manera remota. En medio de una pandemia quieren aprobar estos proyectos sin consenso. Estas son las prioridades de una administración que desde que arrancó el aislamiento no reforzó ninguno de sus planes de asistencia.
-¿Hay posibilidades de alguna modificación, tal como plantea la UCR y el bloque del Frente de Todos? En concreto, qué habría que hacer desde tu óptica con la Costanera.
El 5 de diciembre de 2019, la Legislatura votó para que se enajenen 180 inmuebles, entre ellos Costa Salguero y Punta Carrasco que hoy quieren modificar la norma urbanística para hacer estas torres. Los votos para que eso suceda los pusieron los bloques de Lousteau y Ocaña, al igual que para lo que se quiere hacer ahora. Nosotros nos opusimos desde un principio, tanto a la enajenación como al proyecto actual porque creemos en otro modelo de ciudad. La Jefatura de Gobierno parece estar más al servicio de una inmobiliaria que de los porteños y porteñas. El 27 de noviembre en la audiencia pública previa a la segunda lectura del proyecto tenemos la posibilidad de expresarnos, de decir que queremos una costa abierta, espacios verdes y que la vista al río no debe ser un privilegio. Tenemos la oportunidad histórica de recuperar Costa Salguero y ponerlo al servicio del disfrute y el buen vivir. Tenemos que fomentar el espacio verde, imitar ejemplos de ciudades como Curitiba, San Pablo o Rosario que con políticas públicas de promoción han aumentado notablemente los metros cuadrados por habitante con los que contaban. Vamos a realizar campañas para que los y las que deseen participar de la audiencia lo puedan hacer. Es importante entender y que se sepa que todavía falta. Con la fuerza de todos y todas podemos parar la locura que planean hacer.