En medio del crecimiento de casos de Coronavirus, Axel Kicillof renovó tensiones por la flexibilización de la cuarentena con su par de Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. Tras la posibilidad de que los porteños realicen actividad física, el gobernador expresó que «empieza a haber problemas si hay mensajes contradictorios, porque genera confusión».
En principio, en una entrevista que mantuvo con La Nación, estableció que para reducir contagios «hay que reducir la movilidad, empieza a haber problemas si hay mensajes contradictorios, porque genera confusión».
Luego, expresó que esto le genera «una insistencia» con Larreta pero descartó una pelea: «Cada vez que marco que la enfermedad comenzó en la Ciudad de Buenos Aires y el norte del conurbano, que es la zona de mayor poder adquisitivo y donde llegaron viajeros del exterior, dicen que me estoy peleando con Larreta. Es un comentario bobo. Estoy describiendo la realidad. En la Ciudad de Bueno Aires hay 400 contagios cada 100.000 habitantes y en el conurbano, 50».
Además señaló que «la descoordinación es grave. Por eso los esfuerzos que estamos haciendo en los dos gobiernos para unificar criterios. Es entendible que haya diferencias de mirada, pero debemos lograr una coordinación, porque si no, es medio esquizofrénico el discurso. De un lado de la General Paz decimos que es peligroso hacer ciertas cosas, y del otro lado de la General Paz se dice lo contrario. Lo mejor es que hagamos lo mismo».
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Consultado específicamente por la chance de hacer running, el gobernador aseguró que «fue un intento de generar actividad física, Larreta me lo explicó. Pero hay que ver los resultados que tuvo. Leía en el diario el País, que es un medio no kirchnerista, que cuando uno corre, como respira más fuerte, se requieren diez metros de distancia. Es muy difícil de controlar eso. No quiero analizar medida por medida. Solo digo: a más contagios, menos movilidad. Esa tiene que ser la regla».
Por otro lado, le pegó a Vidal por las deficiencias del sistema de salud: «Cuando empezó la pandemia teníamos un sistema de salud muy precario. Hicimos una gran inversión y duplicamos las camas de terapia intensiva. Hoy tenemos una ocupación del 44%. Lo que pasa es que en los últimos días esa cifra viene creciendo un 2% diario. Si sigue así, en 25 días generamos un 50% adicional de ocupación».
Sobre Vicentín, sostuvo: «Lo ha dicho Alberto varias veces: es un rescate de una empresa que está en convocatoria de acreedores. Sería bueno que una gran exportadora tenga un ojo puesto en los pequeños productores, porque tienen un problema con los abusos en la cadena de valor y dificultades para exportar. Hay un espacio para darse una política ahí. Estoy de acuerdo con tomar todas las medidas necesarias para que esa empresa no deje de funcionar y no se pierdan las fuentes de trabajo. El tipo de propiedad y el tipo de gestión puede variar. El tema es qué función desempeña. Esa función, que tiene que ver con la soberanía alimentaria, hoy falta. Si el instrumento es la expropiación o no, lo está resolviendo el gobierno nacional».
Y bancó a Berni, quien apareció con un arma en mano en pleno operativo policial: «Sergio está muy comprometido con su función y va al frente. Sabe del manejo de armas, acompaña operativos en persona y muchas veces arriesga su vida. No es que se viste de verde oliva y se saca una foto en su oficina. Lo he visto entrar a determinados lugares y participar de operativos en la primera línea de fuego».
