Kulfas convoca a empresarios a revisar el acuerdo Mercosur-Unión Europea

Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, convocará en los próximos días a entidades empresariales para iniciar un proceso de revisión del acuerdo de libre comercio entre el Mercorsur y la Unión Europea, que fuera definido como un logro “histórico” en la última etapa del gobierno de Mauricio Macri. Aunque originalmente el presidente Alberto Fernández defendió el acuerdo, desde el actual oficialismo se considera que hubo “falta de transparencia” en las negociaciones y se plantea la necesidad de revisar a fondo los detalles.

El objetivo de las reuniones con empresarios es poner a disposición del Presidente un informe con el análisis y las posiciones de cada sector empresarial respecto del acuerdo alcanzado con la Unión Europea. El tema luego deberá ser abordado por el Parlamento nacional.

Para Kulfas, hay que ir «paso a paso» para lograr «la estabilización macroeconómica»

Después de más de 20 años de negociaciones, finalmente en junio del año pasado se firmó el acuerdo para generar una zona de libre comercio birregional que establece la eliminación de aranceles para el 93% de sus exportaciones (el resto tendrá un tratamiento preferencial), mientras que obtiene un plazo de hasta 15 años para ir liberalizando sectores sensibles de su economía, en forma gradual. También hay puntos clave vinculados con las leyes laborales y la preservación del medio ambiente (que fueron destacados como puntos de polémica con los recientes incendios del Amazonas y la reacción del gobierno brasileño de Jair Bolsonaro).

Al momento del anuncio oficial del acuerdo, sectores empresariales como la Unión Industrial de Santa Fe (UISFE), denunciaron el “apuro” del macrismo por presentar la firma como un logro de gestión dejando de lado el impacto negativo que tendrá la competencia desigual de las empresas europeas sobre la economía local.

En este momento, el tratado se encuentra en una etapa de revisión legal, donde se precisan sus términos, luego de lo cual se traducirá la versión definitiva para los distintos países (podría ser en el mes de marzo). Allí se realizará la firma y cada uno de los parlamentos y congresos nacionales debe ratificarlo, instancia en la que se esperan las mayores dificultades, no sólo por parte de los gobiernos del Mercosur sino especialmente en países europeos como Francia, hoy muy cuestionado por los movimientos sociales y con un fuerte rechazo de sus productores locales al tratado.

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