Cuando todo parecía encaminarse a un acuerdo armónico, las exigencias de Matías Lammens para encabezar la lista del kirchnerismo en la Ciudad pusieron todo el acuerdo en duda. El presidente de San Lorenzo pidió legisladores, cargos en las futuras comisiones y espacio para comuneros cercanos a él, poniendo en jaque la unidad en CABA.
«Hay muchos espacios con vocación, la única manera de ordenarlo va a ser con una PASO», confió a este medio un operador del peronismo porteño, en referencia a los lugares que pretende el espacio liderado por Mariano Recalde y que cuenta también con el apoyo de Juan Manuel Olmos; el de Víctor Santa María, quien impulsa Victoria Donda; y a los que se sumó luego de estar un par de semanas con Lavagna, Matias Lammens.
Lammens se reunió con Alberto Fernández por gestión del ex legislador Gonzalo Ruanova, y mantiene diálogo fluido con el «Cuervo» Larroque, a quien conoce del Nacional Buenos Aires y Wado de Pedro; lo que le permitió posicionarse como un posible candidato de unidad y que según decían desde su entorno, abría el espacio a un electorado más amplio que con Recalde.
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No obstante, las exigencias Lammens, que incluirían también la presidencia del futuro bloque en la Legislatura para alguien propio; complican el acuerdo. «Nos dijeron anda vos, entramos nosotros», se quejaron desde el espacio lammensista, para justificar los pedidos de lugares.
A su vez, además de lugares en las listas, habría existido un pedido para que Recalde no sea candidato a senador en la misma boleta, lo que detonó por completo el acuerdo. «Le ofrecimos ser el candidato de la unidad aunque no tiene estructura y mide menos que todos los demás candidatos del espacio», se lamentaron desde el kirchnerismo porteño.
«La negociación está empantanada, que venga a la PASO y a ver como le va. O que Vaya con otra lista, puede volver con Lavagna» lanzaron con furía desde el kirchnerismo. «Que las diferencias las diriman los votos», insistieron.
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Las trabas en la negociación suman otro dolor de cabeza para el presidente de San Lorenzo, quien abandonó virtualmente el cargo para dedicarse a su campaña política, dejando al club en una compleja situación financiera y futbolística. Ayer se confirmó que el club deberá abonar una sanción de 4 millones de pesos por incumplimiento del Fair Play financiero.
Además, Lammens no pudo rescindir el contrato de su ex técnico, Jorge Almirón, quien no aceptó los avales que le ofreció por la deuda que acumuló en su breve paso por el club; a lo que se suma una demanda ante FIFA por no haber pagado el pase de de Rubén Botta, un jugador que llegó al club de Boedo hace más de dos años y que como no se realizó el pago, El TAS dictaminó de manera definitiva que si no se le paga habrá quita de puntos para San Lorenzo; mientras que algunos empleados denuncian que les pagan sus sueldos en cuotas.
