El Gobierno de la Ciudad ya anticipó que no imitará a la Provincia de Buenos Aires, que aisló el asentamiento popular conocido como Villa Azul ante múltiples casos de Coronavirus, pese a los brotes en barrios vulnerables porteños como los de Carlos Mugica y el del Padre Riciardelli.
Sobre este situación, el ministro de Salud, Fernán Quirós, justificó que «dado que el virus en la Ciudad está muy distribuido, consideramos poco significativo cerrar o aislar un distrito porque (el coronavirus) está en todo el territorio. Es mucho más eficaz ir a la búsqueda de los futuros casos».
«En los paradores o lugares con hacinamiento como los barrios populares vamos a buscar los casos, la búsqueda es mucho más activa. Esa es la estrategia que mostró más éxito alrededor del mundo. Vamos a la segunda línea de contagio y es lo que nos da tamaño cantidad de personas infectadas», indicó.
Lorenzetti pidió terminar con la cuarentena y «enfocarse en donde se transmite el virus”
El funcionario además estableció que «con nuestra estrategia de testeos queremos identificar rápidamente los casos positivos. Hacemos el distanciamiento de los lazos estrechos que deben realizar la cuarentena obligatoria».
Acerca de la angustia de la sociedad, Quirós explicó que «los niveles de angustia son muy importantes en toda la sociedad. La pandemia está alcanzando niveles históricos por su impacto. Es un escenario muy difícil y la gente la está pasando mal en muchos niveles de su vida. A cada uno lo afecta distinto. Toda la ciudadanía está expuesta a un nivel de presión importante. Tenemos que escuchar, comprender y ver qué podemos hacer para acompañarlos».
En números concretos, la Ciudad registró 5.952 casos de infectados, de los cuales 162 resultaron fatales. De los casi 6 mil ciudadanos positivos, 2.841 corresponden a barrios vulnerables.